(Nota con audios) Hace 39 años Jorge Oscar “Moncho” Argibay, jefe de la custodia del interventor de la Universidad Nacional del Sur Remus Tetu e integrante de la Alianza Anticomunista Argentina, asesinó a David “Watu” Cilleruelo en un pasillo del ala de Ingeniería de Alem 1253.
Había llegado hasta allí en un auto del rectorado y disparó por la espalda al dirigente estudiantil que al día siguiente debía asumir como secretario general de la Federación Universitaria del Sur. Fue antes del mediodía del 3 de abril de 1975, cientos de jóvenes que esperaban para inscribirse fueron testigos de este crimen “disciplinador”.
Este jueves su Federación Juvenil Comunista, el Partido Comunista y la Comisión Permanente de Homenaje a Watu con la participación y adhesión de la Comisión de Apoyo a los Juicios y otras organizaciones políticas, estudiantiles, sociales y gremiales recordaron el hecho y exigieron el juicio y castigo a los responsables. Para lograrlo, solicitaron que quien pueda aportar testimonios e información sobre el accionar de la Triple A en la ciudad se presente ante los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani*.
“Muchos lo vimos”
Alberto Rodríguez, compañero de Watu y testigo de su asesinato, dijo respecto a los autores del crimen que “sabemos quiénes son, sabemos dónde viven” aunque “no los vamos a ir buscar, los va a tener que ir a buscar la justicia”.
“Estamos necesitando que todos aquellos que recuerden, que hayan tenido una mirada, una situación, haber visto pasar ‘la fiambrera’, se acerquen a la Fiscalía a ayudar a reconstruir cada uno de los ataques y los crímenes de la Triple A”, pidió y comentó que además de Watu, también su compañero Carlos Davit fue víctima de la banda terrorista: “uno era comunista el otro peronista, pero por los dos hay que seguir esta pelea hasta que caigan los criminales que siguen caminando, los intelectuales que siguen dando clases o siguen escribiendo en el pasquín (La Nueva Provincia). El mismo pasquín que en aquella época imprimía la revista Cabildo, que era la revista de la Triple A”.
“Carucha” agregó que “necesitamos unir la lucha, unir las voluntades y unir también la memoria, hacer el esfuerzo de que esa memoria la podamos declarar en la justicia para que podamos llevarlos a la cárcel aunque sea cuarenta años más tarde. Para que sean conocidos públicamente su participación, la forma de haber tomado la UTN como es la de (el camarista y ex Personal Civil de Inteligencia Néstor) Montezanti y la patota, la forma en que nos balearon cuando fuimos a llevar el documento al Concejo Deliberante, cuando pintaban ‘AAA’ en el hall de ingreso. Todo eso lo vimos, sabemos quiénes fueron e iban también en la ‘fiambrera’ y en el auto de Remus Tetu. Muchos lo vimos, no somos dos o tres, animarnos, unirnos, la lucha continúa”.
Finalmente, llamó a “no dejar la calle al enemigo” porque “los crímenes que se vienen cometiendo por los burgueses asustados fueron el inicio de aquellos burgueses que formaron luego la triple A o, en años anteriores, la alianza de la oligarquía”. “El linchamiento de seres humanos, es parte -aunque parezca hoy una pequeña muestra de ignorancia- del inicio cuando la burguesía empieza a temer por sus bienes y sus valores. Van a ir por más, van a pelear para sacarnos lo poco que tenemos. Unir, luchar y ocupar la calle y no dejársela al enemigo”.
“No tenemos dudas”
Luego de haber declarado ante los fiscales Nebbia y Palazzani, el dirigente comunista bahiense José Lualdi compartió con Rodríguez la necesidad de “juramentarnos más allá de nuestras pertenencias políticas e ideológicas” porque “algunos quieren volver a instalar ese clima de época”: “Si en esta sociedad volvemos a la prehistoria y un tipo se baja con un machete para matar a otro tipo, no estamos tan lejos. Porque todos esos crímenes, toda esa ostentación de armas, todo lo que nos hicieron, patrullar la ciudad como si fueran una fuerza de seguridad para meternos miedo, nosotros lo vivimos”.
Lualdi no dejó lugar a dudas: “Rodolfo Ponce fue el jefe político militar de la banda Triple A. Si no, basta con recordar la foto: Isabel, López Rega y Ponce en el balcón de la Casa Rosada. Tenemos que impedir que en esta ciudad alguien como el presidente del Concejo Deliberante (Santiago Mandolesi Burgos) vaya a Urgara a festejar el triunfo de la lista ‘Rodolfo Fito Ponce’. Y en esto tenemos que juramentarnos, que nuestros nietos no van a caminar por una calle que se llame Ponce. Y necesitamos ese coraje para ir y decir cada uno de los detalles, aunque los nombres se repitan, aunque los autos se repitan, porque esos nombres y esos autos se llevaron a los compañeros”.
“Tenemos que ayudar a la valentía de los fiscales a construir esa causa. Es absolutamente necesario reconstruir esto y reconstruir los civiles. No tenemos duda que Montezanti es Triple A. Que Vicente Massot es Triple A. El director del Hospital Municipal que nunca denunció cuando se lo fueron a llevar a Del Río también es parte de la Triple A. Todos los colaboracionistas de esta universidad, de la Universidad Tecnológica son Triple A. ¿O me van a decir que el secretario adjunto de Urgara, de Reina para abajo, no sabía qué carajo pasaba con los matones de Urgara? Necesitamos denunciarlos a todos y cada uno, tiene que ir a rendir qué es lo que hicieron en ese momento”, culminó.
Reivindicar el proyecto político
Desde la Federación Juvenil Comunista pidieron a militantes de cualquier fuerza política que “nos ayuden a declarar en la causa Triple A, para que decenas de testimonios terminen con las excusas de cualquier juez de elevar la causa a Juicio”.
“Necesitamos reconstruir esa historia, las situaciones, los personajes, porque en un momento de intolerancia de la sociedad como el que hemos vivido estos últimos días, pueden ser generadores de nuevas Triples A”, manifestó Victoria Morales en representación de “la Fede”.
Aseguró que, a pesar del “desmembramiento de la causa nacional Triple A”, junto a otras organizaciones como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, “seguiremos militando la necesidad que se juzgue y se condene a los responsables. Tanto los matones al servicio de Remus Tetu, de Rodolfo Ponce, o de La Nueva Provincia; como también aquellos responsables políticos e intelectuales”.
Agregó que rememorar a Watu “es hacer memorias de sus ideas” y reivindicar el proyecto político por el cual fue asesinado: “Aquel proyecto político contenía decenas de variantes pero un único objetivo: el socialismo en Argentina en el marco de la lucha anticapitalista internacional”. En ese sentido rechazó “la idea de construir alternativa política alrededor de un partido hegemónico o con los partidos responsables de la conducción del capitalismo en la argentina: hablamos del PJ y la UCR”.
“La alternativa política está en permanente construcción, y nosotros solo la concebimos con los que luchan y resisten, por eso hoy nos sentimos gratamente acompañados con quienes conformamos la CTA, la Comisión de Apoyo a los juicios, con quienes construimos la enorme marcha militante en la sentencia de los juicios, contra el genocida Massot y Montezanti”, afirmó.
Watu revolucionario
Gabriela Eberle, docente de la Lista Integración, recordó la etapa de reconstrucción de la universidad en la década del ’80 cuando conoció la vida y el crimen de Watu. A partir de allí, David fue su “compañero cada vez que salí a volantear”; tiempo después “tuve hijos y aunque seguía él siendo el pibe que volanteaba antes de ir a la consulta cuando lo asesinaron, para mí Watu fue entonces un hijo. Y pensaba en la mamá de Watu y en la pérdida irreparable y la indiferencia de las autoridades universitarias y la veía golpeando puertas que nadie abrió y tratando que alguien le diga porqué”.
Ya como profesora, para Eberle Watu fue su alumno y “empecé a preguntarme ¿ese profesor a cuya consulta iba Watu el día que lo asesinaron que habrá sentido? ¿qué se siente cuando te acribillan a un alumno?”. Por último apuntó a quienes en el Consejo Superior “se siguen oponiendo sistemáticamente a aprobar declaraciones contra el 24 de marzo o dudan en no contratar a (la docente colaboracionista Gloria) Girotti o en la realización del juicio académico en su contra”.
Bruno Ojeda participó en representación del Centro de Estudiantes de Humanidades y recordó que “el compañero Watu luchaba por una universidad en la que las clases populares pudieran ingresar, en la que los conocimientos que se construyen y se reproducen no estén a favor de los intereses de los grupos económicos poderosos sino una educación para el pueblo y del pueblo. También lo hacía por lograr una sociedad más justa”.
Y la ex decana de Humanidades, Adriana Rodríguez, se detuvo en “la cualidad de revolucionario que implica asumir una condición revolucionaria. Watu no era solo un estudiante de lámpara, al decir de Martí, sino que asumió una totalidad de praxis que fue mucho más allá de repartir volantes. Esa era solo una de las acciones de una gran formación teórica, adscripción partidaria y entrega política”.
*Para contactarse con los fiscales pueden llamar al 0291-4566567 o por correo electrónico auavddhh-bha@mpf.gov.ar
Audios del acto:
Victoria Morales – FJC:
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Gabriela Eberle – Docente Lista Integración (UNS): Ir a descargar
Alberto Rodríguez – Compañero de Watu y testigo del asesinato: Ir a descargar
Adriana Rodríguez – Ex decana de Humanidades (UNS): Ir a descargar
Bruno Ojeda – Centro de Estudiantes de Humanidades (UNS): Ir a descargar
José Lualdi – Partido Comunista de Bahía Blanca: Ir a descargar
