Quantcast
Channel: Triple A – Megacausa Zona 5 – Bahía Blanca
Viewing all 273 articles
Browse latest View live

Más sobre la causa Triple A

$
0
0
volantehuellas

García, Suracce y Ganuza -homenajeados en 2011 por la Comisión de Apoyo a los Juicios- son tres de las 22 víctimas.

(fiscales.gob.ar) Los fiscales de la Unidad que interviene en causas por crímenes de lesa humanidad en Bahía Blanca, Miguel Palazzani y José Nebbia, pidieron que se investiguen 22 homicidios perpetrados en esa ciudad por parte de grupos paramilitares entre 1974 y 1975, en la etapa del terrorismo de Estado anterior al golpe del 24 de marzo, “en los ámbitos históricamente más propensos a la movilización político-social: los sectores gremiales y estudiantiles”.

En la presentación, formulada el miércoles pasado, los representantes del Ministerio Público Fiscal sostuvieron que esos casos cumplen “los requisitos típicos del crimen de lesa humanidad, toda vez que estamos hablando de asesinatos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil” y “en el marco de un fenómeno de terrorismo de Estado”. Los hechos, remarcaron, “presentan notas comunes en torno a las circunstancias de tiempo, lugar y modalidades de ejecución”. “Su carácter más notorio estuvo representado por la actuación de grupos paraestatales, bajo la dirección, el suministro de blancos y medios y/o el amparo de la estructura estatal”, completaron los fiscales.

Los nombres de las víctimas en esta nota.

Palazzani y Nebbia remarcaron que “a partir del año 1974, ya pueden identificarse las primeras intervenciones del grupo criminal en un claro proceso de penetración y purgamiento ideológico de los diferentes espacios de militancia gremial y estudiantil, aspecto que se intensificó al año siguiente” y puntualizaron que “en el ámbito gremial, una expresión de aquel proceso de persecución tuvo lugar en el seno de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) de Bahía Blanca”. La modalidad utilizada en la generalidad de los sindicatos consistió en “colocar agentes operativos y de inteligencia, en los servicios de ‘custodia’ de las diferentes entidades gremiales o educativas invadidas”.

Al igual que en el campo gremial, “la actuación del grupo paraestatal operó con el propósito de penetrar y controlar los espacios de poder del ámbito universitario local, para desplegar desde esa posición el programa de persecución y eliminación contra distintos sectores de militancia gremial-estudiantil”, sostuvieron los fiscales, al tiempo que remarcaron que “aquella misión represiva tuvo comienzo en el año 1974 en el ámbito de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Bahía Blanca”.

Además, recodaron que las ramificaciones de aquella política de persecución se extendieron hasta la provincia de La Pampa, cuando el 13 de enero de 1975 llegó a General Pico una patota bahiense manifestando que eran la “intervención” a la Facultad local de la UTN. La sede educativa fue defendida mediante una toma por estudiantes y algunas autoridades, que fueron desalojadas por miembros del grupo de tareas de la sub-zona 14. “Todos los estudiantes detenidos en esa oportunidad, fueron secuestrados y torturados a partir del 24 de marzo de 1976 en el centro clandestino de detención y tortura Seccional Primera de la ciudad de Santa Rosa, a metros del Centro Cívico de esa ciudad donde funciona el Superior Tribunal de Justicia”, indicaron Nebbia y Palazzani.

El mismo grupo paraestatal incursionó después en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, “con el saldo de numerosos estudiantes asesinados”. “La penetración de la organización criminal en aquella institución educativa se instrumentó con la designación de Remus Tetu como rector interventor, por parte del ministro de cultura y Educación Oscar Ivanissevich”, precisaron los miembros del MPF. Tetu, sostuvieron, replicó en esa ciudad el esquema que había trazado en la Universidad del Comahue, tarea que en Neuquén había recaído en el condenado agente de inteligencia Raúl Guglielminetti.

Los fiscales pusieron en contexto la represión paraestatal en Bahía Blanca con la actuación de grupos similares en La Plata y Mar del Plata. “En todo el arco trazado desde la ciudad de La Plata hasta Neuquén, pasando por Mar del Plata y Bahía Blanca (y sin dejar afuera la situación ya descripta en la Provincia de la Pampa), se reprodujo un sistema represivo uniforme, y con marcadas identidades y analogías, con la reiteración en las diferentes jurisdicciones de los mismos actores y protagonistas”, aseguraron.

Los casos impulsados por Nebbia y Palazzani tuvieron como víctimas a obreros y estudiantes. En la presentación se destacan particularmente dos hechos. El primero de ellos ocurrió en la madrugada del 22 de septiembre de 1974, cuando un grupo de civiles encapuchados secuestró de su domicilio a Luis Jesús García, un joven trabajador de 18 años que se desempeñaba como obrero en la empresa constructora Interamerican en Ingeniero White, en donde había sido designado delegado de obra. Era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS). Su cuerpo apareció horas después en un camino de tierra.

Otro de los casos que integran la presentación de los fiscales es el homicidio a sangre fría del David Hover “Watu” Cilleruello, de 23 años, militante de la Federación Juvenil Comunista, estudiante de Ingeniería y secretario general de la Federación Universitaria del Sur. El hecho sucedió el 3 de abril de 1975 dentro del edificio de la Universidad, “en presencia de una gran cantidad de alumnos” que ese día se habían aglomerado para la inscripción en las diferentes materias. Cilleruelo, narraron los fiscales, fue abordado por un grupo de integrantes de “la patota contratada por el rector interventor”, Remus Tetu, uno de cuyos miembros disparó un arma de fuego directamente sobre la víctima.

Los fiscales pusieron de relieve que “la ultimación de Cilleruello estuvo precedida por una intensa actividad de persecución y señalamiento por parte de los organismos de inteligencia estatales” y que “ese proceso de fijación del blanco ha podido ser rastreado ya a finales de 1974, cuando el nombre de ‘David Cirriuelo [sic]’ figura entre los ‘activistas individualizados’ en el sepelio de la víctima Luis Jesús García; y continuó –con un carácter más específico– sobre las asambleas realizadas en el breve período transcurrido entre la asunción de Tetu [el 21 de febrero de 1975] y el asesinato del estudiante”.

Acribillados

El resto de los casos que “formaron parte del ataque sistemático y generalizado contra la población” se dieron en el marco de operativos llevados a cabo en la ciudad en diferentes fechas y tuvieron, entre otros puntos comunes, la ultimación de las víctimas mediante numerosos impactos de bala y la participación de personas sin identificación visible con fuerzas de seguridad. El 21 de marzo de 1975, fueron asesinados en distintos puntos de Bahía Blanca el sacerdote salesiano Carlos Dorñak; el estudiante de Filosofía y militante de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), Fernando Antonio Alduvino Bolzán, y María Isabel Mendivil del Ponte.

El pampeano oriundo de Guatraché, estudiante de Ciencias Económicas y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), Carlos Alberto Davit, fue secuestrado de una pensión el 19 de noviembre de 1975 y su cuerpo apareció horas más tarde.

Entre tanto, los obreros de la construcción José Manuel González, los pampeanos Hugo Norberto Ardiles y Orlando Walker, y Manuel Santiago García, fueron asesinados a lo largo de 1975. González, el 24 de abril; Ardiles y Walker, el 24 de julio; y García, el 8 de agosto.

Por otro lado, el estudiante de Ingeniería Industrial Carlos Aníbal Nakandakare fue secuestrado el 26 de junio de 1975 y fue hallado agonizando en una zona despoblada. Murió a raíz de tres disparos.

El estudiante chileno de Filosofía y militante en su país del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Víctor Eduardo Oliva Troncoso, fue secuestrado en la vía pública el 2 de julio de 1975. Su cuerpo fue hallado con 33 impactos de bala ese mismo día.

El secretario de Acción Social del Sindicato del Personal de Vialidad Nacional y presidente de la Cooperativa de Viviendas, Alberto Noé Bayarsky, fue acribillado de seis disparos el 24 de enero de 1975 en su domicilio por personas que se movilizaban en un Ford Falcon.

El 29 de enero de 1975, en tanto, fue hallada sin vida Nélida Ester Guiorzzo, oriunda de Coronel Pringles, “en el kilómetro 15 de la ruta 35, con numerosos impactos de disparos de armas de fuego”.

El bioquímico Rodolfo Celso Gini vivía junto a su esposa e hijos en Huanguelén, provincia de Buenos Aires. En 1973 había sido candidato a concejal por la Alianza Popular Revolucionaria. En la madrugada del 2 de diciembre de 1974, fue secuestrado de su casa por un grupo de hombres que, al retirarse, dejaron escrito en una pared la leyenda “A.A.A”, abreviatura de la Alianza Anticomunista Argentina, el grupo paramilitar conocido como Triple A, que fue mencionado en sus declaraciones indagatorias por el fallecido ex jefe del V Cuerpo del Ejército, Adel Vilas, como uno de los responsables de este tipo de operativos que asolaron la ciudad de Bahía Blanca en la etapa previa al golpe de Estado. Pocas horas después del secuestro, Gini fue hallado junto a la ruta que une Huanguelén y Coronel Suarez, acribillado a balazos.

Los estudiantes de Geología y militantes de la JUP José Alberto Surace, Julio Alberto García y Gabriel Raymundo Ganuza fueron secuestrados en la madrugada del 6 de diciembre de 1975. Sus cuerpos fueron hallados a las 7.00 de aquél día a la vera de la ruta 35, en inmediaciones de la localidad de Villa Iris, con impactos de 9.mm y ametralladoras.

El trabajador textil Salvador Julio Trujillo fue secuestrado el 20 de septiembre de 1975 y su cuerpo apareció con seis balazos en la espalda horas después.

El uruguayo Ángel Enrique Ogues era empleado de un estudio jurídico y simpatizaba con el Partido Comunista (PC). Junto Ovidio Oscar Ancel y a otro socio, tenían además una librería. El 21 de junio de 1975 los dos fueron secuestrados en operativos distintos y sus cuerpos aparecieron con numerosos impactos de bala horas después en lugares diferentes de las adyacencias de Bahía Blanca.

Finalmente, Alberto Mario Pojomovsky, quien militaba en el PC, fue atacado el 29 de junio de 1975 mientras conducía su automóvil en compañía de su esposa. Recibió impactos de balas calibre 22. y 45. y, producto de las heridas, falleció 20 días después.

 



“Parecían verdugos medievales”

$
0
0

jup

La calificación corresponde a la imagen que vio Máximo Cargnelutti cuando le quitaron las vendas en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio “Baterías” y se encontró con sus propios interrogadores encapuchados. El ex militante de la Juventud Universitaria Peronista declaró desde el Consulado de México sobre la persecución contra su organización y su paso por dependencias de la Armada en la región.

Fue uno de los testimonios de la audiencia del martes por la tarde en el juicio contra 25 represores que actuaron en jurisdicción de la Base Naval Puerto Belgrano. Desde República Dominicana el sacerdote Néstor Pazos de Aldekoa comentó sus gestiones ante el obispo Emilio Ogñenovich para dar con el paradero de su sobrino Rodolfo, ex funcionario municipal de Punta Alta hasta el golpe de Estado.

Próximamente este sitio difundirá el resto de las testimoniales de la semana: desde Mar del Plata se escuchó al ex detenido en el Buque 9 de Julio, Edgardo Rubén Gabin, y a los ex colimbas Gustavo Florencio Monforte y Oscar Aníbal Arrache. En tanto, desde el Consejo de la Magistratura declararon el ex conscripto Daniel Miguel Lago, el teniente de fragata (r) Ricardo Luis Hirsch y el perito forense Mariano Castex.

Las audiencias continuarán los días martes 21 y miércoles 22 de abril desde las 9 en Colón 80 de Bahía Blanca.

El docente universitario Máximo Cargnelutti declaró por videoconferencia desde el Consulado de México con el acento que le impregnaron a su decir los veinte años de residencia en el país azteca. Nació y vivió en Bahía Blanca hasta junio de 1976 cuando se fue ante la amenaza de la Triple A y las fuerzas militares. “Al poco tiempo hubo un operativo militar en la casa de mis padres, me buscaron, era lo que temía (…) Pues mi madre decía que eran del Ejército pero no creo que supiera de qué fuerza, veía gente de uniforme verde y decía del Ejército”.

En 1973 había comenzado a militar en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) mientras cursaba ingeniería química y participaba en el centro de estudiantes. Un año después el decano departamental -Antonelli- lo responsabilizó por un atentado a su casa y prometió denunciarlo.

“Se equivocaba, pero me lo dijo y esa fue la única amenaza explícitamente dirigida a mí. Las anteriores eran, nada más y nada menos, el hecho de irse enterando ya desde 1974 el hostigamiento militar contra nuestra militancia, primero el sindicalista Ponce, las Tres A, Remus Tetu que me declaró cesante de mi trabajo en la universidad, las editoriales de La Nueva Provincia y las noticias de matanzas en el país. Todo eso daba a entender que los militantes éramos candidatos a persecución y en particular aquellos más antiguos y visibles”.

Antes del golpe, en tiempos en que el gobernador Oscar Bidegain era obligado a renunciar en favor de su vice Victorio Calabró, Cargnelutti y sus compañerxs acamparon en el Dique Paso de las Piedras para discutir política y armar un huerto para abastecer un comedor obrero. “En esa ocasión nos sobrevoló un pequeño helicóptero, probablemente militar y, porque bajaron mucho, creo nos tomaron fotografías o filmaciones, supongo que era de la marina de guerra pero no logré identificar insignias”.

Ya fuera de la ciudad, aproximadamente el 20 de agosto de 1977, Cargnelutti fue secuestrado y llevado un par de semanas a la “Casa del Servicio de Inteligencia Naval” en San Isidro. De allí fue llevado a la ESMA, devuelto a la “Casa del SIN”, trasladado una semana en la Base de Baterías, nuevamente al primer centro clandestino, “un período muy breve en una casa particular rumbo a La Plata” y otra vez a la ESMA hasta su expulsión hacia Italia.

En la “Casa del SIN” mandaba el capitán Luis D’Imperio, alias Abdala. Lo reconoció ya en libertad “leyendo publicaciones de derechos humanos y de apoyo a los familiares de desaparecidos que divulgaban acerca de los primerísimos testimonios de sobrevivientes de la ESMA y de esa Casa del SIN”. Abdala le avisó que lo iban a trasladar a Bahía Blanca, “para un secuestrado saber qué iba a pasar mañana era casi un privilegio”. Los suboficiales “Gallego” y “Petiso” lo entregaron en Aeroparque y supone que aterrizó en la Base Espora donde le cambiaron las esposas, “el del avión se quedó con las viejas y los de Bahía Blanca me pusieron unas nuevas y unos grilletes en los pies y me trasladaron en una pick up a lo que recuerdo que es Baterías”.

Fue encerrado en un cuarto de piedra y cemento, un rectángulo de unos siete metros de largo por unos tres de ancho, el techo abovedado, un baño y una cama de flejes con un colchón de goma pluma y frazada. “Me llamó mucho la atención la mancha de yemas de manos ensangrentadas contra la pared. Era muy impresionante. Como personas que hubieran sido obligadas a apoyar las manos contra la pared y a alejar exageradamente los pies como para un supuesto cateo de armas”.

Lo interrogaron y le mostraron fotos de compañerxs, “tomadas antes del golpe militar o robadas de las casas donde habían hecho algún allanamiento”, estaban numeradas y “se supone que debía decir tal número corresponde a tal nombre”. En una ocasión le dijeron que lo iban a sacar “a pasear o lanchear” para que señale a sus conocidos en la calle. “No lo hicieron afortunadamente. Fue la única ocasión en que admitieron que estábamos en Bahía Blanca, antes lo habían negado. Me preguntaron ‘¿cómo te conocen en Bahía Blanca?’. Probablemente su intención era caracterizar mi aspecto de modo que las supuestas víctimas de este señalamiento no me conocieran”.

En Baterías no pudo percibir ni escuchar a otrxs detenidxs. Ponían “permanentemente música de grupos llamados progresistas, que gustaban al ambiente de izquierda, discos de acetato robados a alguien seguramente, en volumen muy muy alto. Ellos nunca mostraron su cara, siempre cubrían mi rostro cuando iban a entrar y cuando me sacaron la capucha ellos se pusieron unas con orificios para verme, es impresionante, parecían verdugos medievales”.

“Era un ambiente marino, de viento marino y árboles altos, y una vez sola me sacaron a ducharme en una caseta de lámina muy oscura”, detalló y subrayó que “algunos de los cubiertos tenían los signos de la marina de guerra, ARA y un ancla”.

“Te vamos a liberar, te vas a Italia”, le dijo el capitán D’Imperio tiempo después al volver a la Casa del SIN. Sus padres vivían en Europa. El 19 de agosto de 1978 “me llevaron al aeropuerto, entregaron un pasaje de Aerolíneas, pagado con los impuestos nacionales, así como todo ese año de detención fue financiado con los impuestos de los argentinos, me llevaron Gallego y Petiso – inseparables- y Abdala misteriosamente apareció con su esposa que no tenía nada que ver y otro par de detenidos como si estuvieran despidiendo a una amigo, una cosa inconcebible”.

Conocidos por la Inteligencia

Cargnelutti, como muchos testigos, aseguró que a pesar de no haberles visto la cara pudo notar que las guardias y los interrogatorios estaban a cargo de represores distintos. Cuando alguien del segundo grupo le informó que en Bahía querían saber de su militancia en la UNS, Abdala le dijo: “Cuando te pregunten algo de Buenos Aires dile que no estás autorizado a responder”.

En un álbum que le mostraron pudo ver al estudiante de Agronomía Carlos Príncipi, “seguramente José Luis Peralta, muy probablemente  Fortunato Mallimaci de mi carrera de ingeniería química, compañeros del sindicato de trabajadores no docentes de la UNS. Había fotos de una manifestación, estaba Hugo Ziliani, Gregorio Goyo Díaz y muchos más. Cualquier foto que veía les decía que era yo, cosa que no les caía muy bien”.

Insistían con las preguntas sobre Teodoro Bonfiglio con quien compartió el bachillerato en el Don Bosco y las clases universitarias. Después lo hicieron por Nora Livia Formiga y Elena Sahores, detenidas desaparecidas cuyos restos fueron identificados en 2002. “Las conocí en La Plata, no tengo certeza de que fueran militantes activas, ni siquiera lo creí hasta cierto momento pero sí ofrecieron solidaridad a muchos compañeros en La Plata y Buenos Aires, a mí también. Eran simpatizantes muy cercanas y colaboraban en nuestra ilusión de escondernos y escapar de la represión”.

“En la ESMA el Gallego, este suboficial de inteligencia, me volvió a hablar de Nora y Elena Arce. Entendí de su conversación que ambas habían sido secuestradas en La Plata. Probablemente para generarme inseguridad me dijo ‘Elena te mandó al frente’. Eso no lo creí ni lo creo, simplemente era una forma de crearnos distancia, dudas, de hacernos desconfiar de los compañeros”.

En la Escuela de Mecánica encontró a Graciela Tauro y a Silvia Laura Castilla, ambas estaban embarazadas. El hijo de Graciela y Jorge Daniel Rochistein fue restituido por las Abuelas de Plaza de Mayo en septiembre de 2010. El o la de Castilla, que debió nacer entre enero y febrero de 1978, aun permanece desaparecidx.

Máximo “las conocía de la militancia en la JUP, luego creo que ambas dejaron probablemente para militar en la JP barrial, yo permanecí en lo académico. Silvia Laura me comentó que en Mar del Plata había sido asesinado Nelson Vega, otro compañero de Punta Alta, es alguien que no he mencionado nunca, me estoy acordando en este momento. Era estudiante de ingeniería química pero no había militado nunca en la JUP, probablemente en la JP barrial”.

Sobre Diana Miriam Fernández comentó que era su novia aunque durante el cautiverio nunca le preguntaron por ella: “Yo bien que me cuidé de mencionarla porque consideraba que estaba libre y viva así que eran las primeras personas a olvidarse”.

El fiscal José Nebbia preguntó por otrxs compañerxs de militancia. A María Luisa Buffo la vio la mañana del 30 de abril de 1977 horas antes de su secuestro. “Faltó a la cita siguiente y yo la esperé, le había pedido que si la secuestraban dijera dónde yo vivía, fui a mirar la casa y la habían saqueado. Los vecinos me dijeron que habían sido militares y que traían a tres personas encapuchadas. Una de ellas era María Luisa”. Jorge Juan Riganti estudiaba ingeniería y era referente de la JUP, “seguramente fue a La Plata junto con María Luisa, los unía una relación de amor”.

Alejandro Mónaco y José Garza “probablemente hayan sido secuestrados” contemporáneamente con Buffo, también integraban la JUP y eran “conocidos por estos personajes de la inteligencia”. Las hermanas Ana Inés y Claudia Ciochini, María Graciela Izurieta y Luis Alberto Sotuyo fueron otras víctimas de la represión recordadas por el testigo.

Las gestiones del obispo

El sacerdote católico Néstor Pazos de Aldekoa declaró por videoconferencia desde República Dominicana, donde reside desde 1969, sobre el secuestro de su sobrino Rodolfo. En 1976 el salesiano estaba en Bahía Blanca y pudo entrevistarse con el ex secretario de Bienestar Social de la Municipalidad de Punta Alta mientras estaba desaparecido.

Rodolfo Pazos de Aldekoa había estado en cautiverio en el Buque ARA 9 de Julio en Puerto Belgrano, fue liberado y recapturado en su estudio de martillero y recluido en el centro clandestino La Escuelita del V Cuerpo de Ejército.

“Hicimos averiguaciones, yo fui al obispado de Bahía Blanca, hablé con el padre Emilio Ogñenovich y a los dos días me dijo que estaba allá y que lo podía ir a ver. Era el Ejército nacional. No recuerdo quién me acompañó, he perdido el contacto, pero la entrevista yo solo la hice”, dijo el cura. Agregó que lo vio en un cuarto con unas sillas donde estaba Rodolfo y otra persona: “No quería hablar prácticamente de cómo estaba, le pregunté si se sentía bien, me decía que sí pero dándome a entender que no, le conté de mi vida. En un momento me dijo un dato que me quedó grabado. Me dijo ‘aquí en la noche se oyen muchos llantos y gritos'”.

Luego supo que a partir de ese encuentro mejoró el trato hacia su sobrino. “Al obispo le agradecí la deferencia de haberme hecho el contacto. (Cuando lo liberaron) lo encontré en su casa, y la alegría y llanto, pero no quiso hablar nada de lo sucedido y después ya me vine’”, concluyó.


El Juicio desde la Calle 17

$
0
0

jdcCuarta emisión del 2015 de El Juicio desde la Calle, un panorama informativo sobre las audiencias de los días 21 y 22 de abril del juicio Armada Argentina – BNPB y las dificultades para avanzar en los procesos que investigan la participación civil en el terrorismo de Estado.

El Juicio desde la Calle se emite los viernes a las 20 por FM De la Calle 87.9Mhz. Reemite: Radio Universidad AM 1240 (UNS). El programa puede descargarse y reproducirse libremente por cualquier medio.

Escuchar: Ir a descargar


Fuera de control

$
0
0
ulpiano

Ulpiano Martínez tiene también a su cargo el pedido de investigar crímenes de la Triple A.

Mientras el tribunal oral subrogante que juzga a 25 represores en el Juicio Armada Argentina – BNPB encabeza inspecciones oculares en las bases de Infantería de Marina Baterías y Puerto Belgrano acompañado por sobrevivientes, querellantes, defensores e integrantes de la Unidad Fiscal, los titulares de esta última, José Nebbia y Miguel Palazzani reciben los embates de la corporación judicial bahiense en las causas que investigan la participación civil en el genocidio.

Días después de la exoneración del secretario y juez de dichas investigaciones, Álvaro Coleffi, por las filtraciones de escuchas de la causa del narco Suris, el recusado Santiago Ulpiano Martínez reflotó una denuncia de la imputada Gloria Girotti y dictó la nulidad del decreto de la Procuración General que en 2013 designó a los dos fiscales ad hoc. “Es parte de esa maniobra que venimos denunciando, un hito más en esa avanzada desenfrenada”, opinó Nebbia.

“Pareciera como una confabulación”, dijo desde la Procuraduría de Lesa Humanidad Jorge Auat y se mostró sorprendido de que Martínez invalide la designación de los funcionarios a la vez que avala todo lo actuado por ellos. “La Corte ha dicho que esto es política de Estado y no hay vuelta atrás, si es así, me parece que toda la agencia judicial debería alinearse detrás de ese objetivo, hay que avanzar en las causas, cualquier martingala procesal que impida el avance debe ser rechazada”.

Si bien el contenido del fallo será apelado ante la Cámara local, la conducta del magistrado subrogante espera ser evaluada por el Consejo de la Magistratura. En la perezosa Comisión de Disciplina y Acusación Luis María Cabral tiene a su cargo la denuncia “Nebbia José A. y Palazzani M. (Fisc. Gral. Ad. Hoc. De Bahía Blanca) s/ act. Dr. Martínez Santiago U.” del 9 de diciembre de 2014 y la dra. Adriana Donato una similar presentada ocho días después por Rosana y Adriana Heinrich, hijas del obrero de La Nueva Provincia y dirigente del Sindicato de Artes Gráficas Enrique Heinrich, secuestrado y fusilado junto a su compañero Miguel Ángel Loyola.

Cabral y Leónidas Moldes integran el Consejo en representación de lxs jueces y juezas del Poder Judicial de la Nación y Donato de lxs abogadxs de la matrícula federal. El resto de lxs miembros de la comisión son Julián Álvarez, consejero por el Poder Ejecutivo Nacional, Jorge Candis del sector Académico y Científico, por el Senado Ruperto Godoy y Ángel Rozas y por la Cámara de Diputados Héctor Recalde. El 4 de junio podría haber alguna resolución. En tanto, la Comisión de Selección de Magistrados aun debe resolver el pedido de nulidad de la designación de Claudio Pontet, el esmerado autor de la falta de mérito del empresario Vicente Massot.

En diálogo con FM De la Calle el fiscal José Nebbia recordó que Martínez fue denunciado por su actuación y por su intervención “irregular” en el Juzgado Federal Nº1 dado que “hay una jueza titular en la jurisdicción y así lo establece la ley de subrogancia y su reglamentación”.

“El tribunal oral que está juzgando en Bahía Blanca, en dos juicios distintos y ante el plateo de distintos abogados, rechazó esa petición porque tanto las defensas como el juez citan en su salvamento una resolución de la Corte Suprema de 2013 respecto a una fiscal que estaba subrogando ante la Corte. Nuestra situación no es la misma porque cuando uno subroga, como está haciendo Martínez, viene a ocupar un lugar que está vacío. Nosotros aquí no estamos como subrogantes sino como ad hoc, venimos a coadyuvar, no venimos a ocupar el lugar de nadie sino que nos especializamos en la materia, por eso firmamos distintos escritos con otros fiscales”, explicó Nebbia.

En agosto de 2013, la Corte Suprema declaró ilegal la designación de Alejandra Cordone Roselló, procuradora fiscal subrogante. Tomando ese antecedente, Gloria Girotti, ex secretaria del juez Guillermo Madueño durante la dictadura e imputada por crímenes de lesa humanidad, denunció a los fiscales Nebbia y Palazzani en Bahía Blanca.

“Contestamos esa posición en septiembre de 2013, el juez pidió los antecedentes de nuestra designación y la procuradora los envió en marzo de 2014, hace más de un año. Resulta que ahora, cuando estamos poniendo en conocimiento del Consejo de la Magistratura desde diciembre del año pasado la situación de parálisis y atraso del juzgado que Martínez está ocupando, tanto de la secretaría de derechos humanos como las restantes secretarías penales, bueno, Martínez tuvo abierta una causa tanto tiempo y extemporáneamente cuando encuentra el momento oportuno nos intenta sacar del medio”, agregó.

El fiscal propuso ver la película completa y encontrar los hilos conectores con decisiones judiciales como la expulsión del ex juez Coleffi y repasó: “Llegamos en 2013 y planteamos la necesidad de llamar a indagatoria e investigar la actuación del cura Vara cuando en el Batallón 181 estaba con los chicos de la ENET que habían sido secuestrados y torturados. Martínez nos dijo que no, cuando intervino Coleffi avanzó. Planteamos inmediatamente después que se investigue por orden de tres jueces del tribunal oral el papel de La Nueva Provincia y sus directivos. Martínez dijo que no, cuando vino Coleffi avanzó. Martínez intentó atomizar las causas, planteamos esa situación y por suerte la Cámara revirtió, planteamos que es necesario investigar los crímenes de contenido sexual, los abusos y las violaciones en los centros clandestinos, Martínez nos dijo que no, que eso no era parte del plan criminal y, por ende, eran delitos prescriptos”.

“En la causa de La Nueva Provincia no podía intervenir Martínez, entonces su secretario (Mario Fernández) Moreno presenta una serie de escritos que permiten apartar al juez Coleffi que había avanzado. Coleffi es echado de la justicia federal y ahora Martínez saca esta resolución. Es claro, estoy describiendo hechos objetivos, lo que viene sucediendo en la jurisdicción, la conclusión que deriva de estos hechos es manifiesta”.

Otro dato: el abogado de represores y teniente coronel Mauricio Gutiérrez cuestionó la designación de los fiscales y del propio Martínez. El subrogante se desmarcó y rechazó el planteo en su contra en menos de un mes aunque en el caso de Nebbia y Palazzani “mantuvo abierto el expediente dos años a la espera del momento oportuno”.

Nebbia aclaró que la designación de fiscales ad hoc “se viene haciendo desde el Juicio a las Juntas” sin inconvenientes y que la Cámara presidida por el ex PCI Néstor Montezanti deberá encontrar “nuevos argumentos” si pretende respaldar a Martínez dado que años atrás fijo postura contraria al analizar una demanda similar contra el fiscal Abel Córdoba. “Y luego el Consejo de la Magistratura debe intervenir en función de que es el órgano revisor de lo que sucede en los juzgados y con los jueces”.

“No tenemos más herramientas que las institucionales”

El titular de la Procuraduría de Lesa Humanidad Jorge Auat calificó la denuncia como “una confabulación” o “conjura” de sectores del poder judicial que pretenden impedir el avance de las causas.

“Hay una cosa bastante complicada para comprenderle, incluso a la luz de cualquier parámetro del derecho, no sé cuáles son las jerarquías, los valores que toman en cuenta a la hora de decir ´lo actuado está bien pero la designación no´, estamos hablando de un hecho fundamental que es la habilitación para actuar, la pone en crisis pero por otro lado legitíma esa actuación hacia atrás”, manifestó en diálogo con FM De la Calle.

Aseguró que es el mismo fallo que en caso de la procuradora Roselló, conocido como “De Martino”, aunque subrayó que no es aplicable en el caso bahiense porque “la designación de Nebbia se ajusta a lo que dice la Corte”.

“En ´De Martino´ la Corte dijo ‘es irregular o ilegal la designación pero es válido lo actuado’. ¿Cómo se entiende eso? Si para actuar yo tengo que tener una habilitación legal y si actué ilegalmente, no sé cómo pueden validar lo que hice. Hay una cosa bastante curiosa. Está bien, cuando habla la Corte es definitivo pero eso no quiere decir que el fallo tenga calidad jurídica o institucional”, sostuvo.

Auat reconoció que “no es fácil avanzar, mucho menos cuando se habla de los civiles o de los grupos económicos del poder real. Imaginemos los casos de los jueces, siempre es difícil porque es la propia corporación que se defiende, hemos ido contra jueces que estaban en funciones, no ex jueces, era previsible. Ingenuamente en Mendoza nos fuimos a hablar con los jueces de la Cámara y eran los que hoy están sentados como imputados. Bastó profundizar la investigación para que de algún modo se empiece a conocer la historia de los hechos en Mendoza”.

“No hay margen para el largo plazo, eso es igual impunidad. Para que se viabilice esta idea de que es política de Estado se necesita compromiso de las agencias que corresponden y eso incluye verificar, ponderar, el tiempo que queda disponible. Es la forma de evitar la impunidad que es la peor respuesta que se le puede dar a la sociedad”, afirmó y concluyó que “el poder judicial no experimentó ningún tipo de cambios en ningún tiempo histórico. Fue poder judicial en dictadura y en democracia, la misma estructura con los mismos paradigmas y durante muchos años con los mismos sujetos fueron funcionales a un estado policial en una oportunidad y operadores de un estado de derecho en otra”.


Triple A: Cayó “Ginebra” Chisu

$
0
0

chisuEl represor Héctor Oscar Chisu, alias “Ginebra”, fue detenido en Trelew por la Policía Federal tras ser señalado por la Unidad Fiscal de Bahía Blanca como uno de los integrantes de las patotas de la Triple A que actuaron en la ciudad antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

Tanto el fiscal Miguel Palazzani como su par José Nebbia recordaron que fue necesario presentar dos quejas por pronto despacho al juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez para que atienda el pedido de inicio de acción penal contra los responsables aun vivos de más de una veintena de homicidios de militantes políticos presentado a principios de abril. “Nos estamos enterando por los medios”, dijo este mediodía Nebbia en FM De la Calle.

La prensa regional informa que Chisu fue detenido ese miércoles por la mañana durante un operativo de la Brigada de la delegación Rawson de la Policía Federal Argentina (PFA) conducida por el comisario Néstor Fernández, en la vía pública al salir de su vivienda en el pasaje Cruz del Sur del barrio Malvinas Argentinas de Trelew. “Chisu, fue identificado, informado del operativo policial y llevado preso por los efectivos”, asegura el Diario Jornada.

Héctor Oscar Chisu fue custodio del general Adel Edgardo Vilas, segundo comandante del V Cuerpo de Ejército y jefe de la Subzona 51 y previamente integró la “seguridad” del interventor de la Universidad Nacional del Sur Remus Tetu, tal como lo indican los testimonios y la documentación entregada por la casa de altos estudios a la justicia federal en abril de 2006.

Allí se daba cuenta de una serie de “contrataciones de agentes para prestar servicios de seguridad y vigilancia” y se mencionaba a: Jorge Oscar Argibay, Pablo Argibay, Raúl Roberto Aceituno, Miguel Ángel Chisu, Victoriano Nelson Garay, Carlos Washington López, Héctor Oscar Chisu, Héctor Ángel Forcelli, Roberto Héctor Capdeville, Héctor Raúl Spinolo, Juan Carlos Pedro Landini, Oscar Alberto López, Juan Carlos Curzio, José Hernán Partida, Osvaldo Omar Pallero, Héctor Alfredo Mansilla, Antonio Arturo Mazzotta, Leonardo Catalino Oviedo, Julio Enrique Perrone, Evaristo Lopez, Edgardo Eleuterio Almada y Omar Angel Olivieri. (Ver documento)

Dijo la justicia

Tal como publicamos en 2012, del fallo del juez correccional José Luis Ares por la querella establecida por el camarista Néstor Luis Montezanti contra el militante Alberto Rodríguez se desprende que “ha quedado claro que Jorge Argibay era de extracción sindical, andaba armado a la vista de todo el mundo y que fue contratado como personal de seguridad del rector de la UNS”.

“Pero esto último está demostrado no solo por la prueba testimonial (…) sino también por una resolución del propio Remus Tetu dictada el 29 de septiembre de 1975 en que equipara al personal contratado a los efectivos, en cuanto a las remuneraciones a percibir y entre los que se indica a Jorge Argibay, Pablo Argibay, Juan Curcio, Héctor Chisú y Miguel Chisú como pesonal de clase ‘A’”.

Agrega la resolución: “A mi juicio quedó acreditado suficientemente en el presente debate oral la pertenencia de Jorge Argibay y su grupo de matones a la tristemente célebre ‘Triple A’. Además de de lo antes expuesto, cabe agregar que para llegar a esa conclusión, lo manifestado por Larrea en cuanto a que vio gente pintando paredes de la UNS con la sigla ‘AAA’ y que entre ellos estaban Argibay, Aceituno y Chisú. Patrignani corroboró las pintadas”.

“Rodríguez vio al nombrado Argibay repartiendo volates de la Triple A en la que se expresaba que iban a ‘reventar a los zurdos’. El propio doctor Benamo preguntado sobre los referentes locales de la Triple A sostuvo que no conoce otro nombre que el de Argibay, pero que la cosa venía de más arriba, de López Rega”.

“Rodríguez sostuvo que (…) tiene grabada como una foto amarilla haber visto a su profesor junto a matones armados, que allí estaba Argibay, su hijo y Sañudo, entre otros. Que presenció el homicidio de su compañero de militancia David Cilleruelo a quien le decían Watu; que escuchó el disparo, lo vio caído y vio a Argibay con un arma, y luego al nombrado, a su hijo y a Sañudo que se van en un automóvil Falcon individualizado como del rectorado”.

Foto: El diario de Madryn.


El Juicio desde la Calle 19

$
0
0

jdcSexta emisión del 2015 de El Juicio desde la Calle, un panorama informativo sobre las inspecciones oculares realizadas a las bases de Infantería de Marina Baterías y Puerto Belgrano los días 19 y 20 de mayo en el marco del juicio Armada Argentina – BNPB. Con novedades en la causa Triple A y la continuidad de las medidas de un sector del poder judicial para frenar los procesos que investigan la participación civil en el terrorismo de Estado.

El Juicio desde la Calle se emite los viernes a las 20 por FM De la Calle 87.9Mhz. Reemite: Radio Universidad AM 1240 (UNS). El programa puede descargarse y reproducirse libremente por cualquier medio.

Escuchar: Ir a descargar


Ramos Padilla reemplaza a Pontet y Martínez

$
0
0

12620141311136La Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura analizó hoy las resoluciones que la Cámara Federal de Bahía Blanca había elevado, a propósito de los planteos que cuestionaban las designaciones de los jueces subrogantes Claudio Pontet en las causas contra civiles partícipes del terrorismo de Estado y de Santiago Ulpiano Martínez como subrogante a cargo de todo el Juzgado Federal Nº 1 de Bahía Blanca.

En su sesión la Comisión resolvió por mayoría que las comunicaciones de la Cámara de Apelaciones local debían ser analizadas por el Consejo, decidió no ratificarlas y designar como juez subrogante del Juzgado Federal Nº 1 de Bahía Blanca al dr. Alejo Ramos Padilla, titular del Juzgado Federal de Dolores. Mañana a las 11 se reunirá la Mesa de Discusión auspiciada por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad en Colón 80.

Ramos Padilla nació en Capital Federal en 1975, es docente de la UBA y ya intervino en causas penales por violaciones a los derechos humanos. Realizó la acusación contra Miguel Osvaldo Etchecolatz, en el primer juicio oral y público después de la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final. Acusó además al capellán Von Wernich y a Jorge Rafael Videla en la causa conocida como práctica sistemática de robo de bebés.

Pontet fue designado por la Cámara el 12 de diciembre de 2014 como subrogante en las causas “Massot, Vicente Gonzalo y otros s/privación ilegal de la libertad agravada (art. 142 inc. 1) y otros”, Vara Aldo Omar s/ privación ilegal de la libertad pers. (art. 142 bis inc. 5) y otros”; y “Legajo de investigación (..) imputado Sierra, Hugo Mario p/abuso de autoridad y viol. deberes de func. público (art. 248), encubrimiento (art. 277) incumplim. de la obligación de perseguir delinc.”; y Martínez fue designado como subrogante del Juzgado Federal Nº 1 de Bahía Blanca el 5 de junio de 2012.

La intervención del Consejo de la Magistratura había sido solicitada de manera directa por parte de los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani y de organismos de derechos humanos, entre ellos, H.I.J.O.S. Bahía Blanca, APDH y también por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto frente a la gravedad de la situación planteada en torno al trámite de las causas por delitos de lesa humanidad.

Impulsaron casi 400 casos nuevos y revelaron maniobras de impunidad del juez

lesa_graficosLos fiscales de la Unidad que investiga el terrorismo de Estado en Bahía Blanca, Miguel Palazzani y José Nebbia, requirieron la investigación de 389 casos que involucran a casi 400 presuntas víctimas de la represión ilegal antes y después del golpe de Estado de 1976, luego de que el ahora ex juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez corriera diferentes traslados para que la Fiscalía impulse la acción penal sobre los casos de más de 500 personas, condicionando el avance de las causas a la respuesta del Ministerio Público. Martínez había indicado que se trata de casos “respecto de los cuales nunca el Ministerio Público Fiscal ejerció las facultades en las que ahora siente me he entrometido”.

El juez apartado, tras la recusación de la Fiscalía por poner obstáculos al avance de las causas, se jactó de haber asumido “una actitud pro-activa en lo que refiere al trámite que siguen los expedientes, fundamentalmente para dar una respuesta jurisdiccional a todas y cada una de las víctimas que sufrieron en carne propia el terrorismo de Estado instaurado entre 1976 y 1983″.

En el impulso de estos 389 casos, Palazzani y Nebbia le contestaron: “A poco que se avanza en la compulsa de dicha lista de casos por los cuales esta Unidad Fiscal se encuentra intimada a formular requerimiento, se advierten una serie de vicios, errores e irresponsabilidades en dicha labor de ‘investigación’, que ponen de relieve un desmesurado esfuerzo, más que investigativo, orientado a impedir el avance del proceso de memoria, verdad y justicia”.

Los fiscales recordaron que desde 2013 a la fecha requirieron la investigación de más de 210 víctimas y que desde entonces imputaron las responsabilidades a 38 acusados nuevos, al tiempo que ampliaron las imputaciones sobre la mayoría de los imputados.

Con sólo buscar en Google

En la respuesta al juez, los fiscales precisaron varios “yerros” del magistrado subrogante en el traslado, pues “las resoluciones contienen casos que ya se encontraban requeridos al momento de cursarse la vista” o en los cuales “el juez ya había declarado su incompetencia para entender”. En tanto, en “muchos de los casos intimados, no sólo sucede que los mismos tuvieron lugar en otras jurisdicciones, sino que tal circunstancia se desprende del propio relato que efectúa el Juzgado”.

En otra “buena parte de los casos conferidos en vista, la incompetencia del juez se hubiera desprendido de un mínimo y superficial acercamiento a las circunstancias por parte del magistrado”. “Mucho menos que una investigación ardua, profunda y proactiva”, aclararon Nebbia y Palazzani, que asimismo en esos casos Martínez debió pedir a la fiscalía que se pronuncie respecto de la competencia.

“Toda vez que ese Juzgado no sólo intima al requerimiento de hechos que manifiestamente no corresponden a esta jurisdicción sino que además condiciona a esto último el pronunciamiento sobre la situación procesal de numerosos imputados, la irresponsabilidad jurisdiccional resulta abrumadora, y se encuentra muy lejos de representar un esfuerzo por dar una respuesta judicial a las víctimas”, señalaron.

En efecto, sostuvieron que “para ilustrar la desidia del Juez, cabe señalar que con sólo efectuar una somera indagación a través de motores de búsqueda informáticos (google.com), el magistrado habría podido advertir su error, y conocer que incluso muchos de los hechos se encuentran requeridos en otras jurisdicciones”.

Los fiscales pusieron de relieve que “tales falencias no tienen nada que ver con una respuesta jurisdiccional a las víctimas”, pues “echando mano a casos juzgados en otra jurisdicción (que no ocurrieron en la propia), el juez subrogante encuentra un pretexto para obstruir el juzgamiento de las responsabilidades por el resto de los casos sí requeridos, al no resolver las situaciones procesales aún pendientes. Muy por el contrario, lo que logra es una veda a la blandida tutela judicial efectiva”.

“Unos rusos”

Nebbia y Palazzani también remarcaron que, entre los casos sobre los que el juez corrió traslado, se encuentra una serie de hechos con “defectuoso señalamiento”, que “no se condice con el principio de proactividad que pregona”. Estos casos incluyen la nómina de los nombres de “detenidos especiales” de la Unidad Penal 4, los nombres de personas que figuran en carátulas de expedientes que tramitaron entre 1976 y 1983 en ese juzgado y de otras “personas que son mencionadas al pasar en diferentes declaraciones testimoniales”. De esa forma, por errores de escritura de apellido o por referencias incompletas, la fiscalía comprobó que en el traslado conferido por el juez se repiten 50 casos, varios de los cuales ya fueron requeridos.

Así, entre otros, aparecen enunciados por el juez los casos de “‘el Turco’ de Comodoro Rivadavia”, un “chico que trabajaba en una imprenta en calle Darragueira”; un “chico platense que vivía en Sarmiento 700″; “una chica de Huanguelén”; “Guillermo de Olavarría”; “un señor con su hijo, oriundos de Carhué”; y “unos rusos que no recuerda sus nombres ni tampoco si eran de Bahía o de Viedma”.

Otro de los ejemplos elocuentes reseñado por los fiscales en su escrito de más de 30 carillas es el caso de una persona que fue incluida por el juez en la lista de presuntas víctimas con el apellido -erróneo, por la pronunciación- y el nombre que una testigo brindó en una denuncia en 1981. Esa misma testigo dio en 1984 el apellido correcto a la CONADEP. El mismo dato fue brindado correctamente por otros testigos que describieron los mismos hechos, pero ello no impidió que el magistrado tomara aquella primera declaración de 1981 como fuente de un caso nunca investigado.

Ante la labor del juez Martínez, los fiscales concluyeron: “En primer lugar, que el carácter extenso de la lista resulta en sí un dato engañoso; en segundo lugar, que ha existido únicamente un trabajo de agregación de nombres en una misma nómina, de manera completamente ciega y mecánica, y con el efecto de dificultar el avance de la investigación, dado que del simple cotejo de las mínimas circunstancias acreditadas en cada caso se desprendía que se trataba del mismo hecho”.

De tal modo, explicaron Nebbia y Palazzani, “se genera en cabeza de esta Unidad Fiscal el doble trabajo de investigar y de controlar el modo en que el Juzgado confeccionó la mencionada nómina”.

(fiscales.gob.ar y Consejo de la Magistratura)


Amenazaron a testigo de la Triple A

$
0
0
Cantaro, Rodríguez y Fortunato durante la presentación de la denuncia.

Cantaro, Rodríguez y Fortunato durante la presentación de la denuncia.

Alberto Rodríguez, testigo directo de crímenes cometidos por la banda de la Triple A bahiense y querellante en la causa judicial, fue amenazado por un hombre pasadas las 20 de ayer. Acompañado por el abogado Daniel Fortunato, denunció los hechos ante el fiscal general Alejandro Cantaro. En las próximas horas comenzará la investigación pertinente.

Rodríguez fue testigo del asesinato del estudiante David “Watu” Cilleruelo ocurrido el 3 de abril de 1975 en los pasillos del ala de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur. Brindó su testimonio e impulsó la investigación contra integrantes de las patotas de la Alianza Anticomunista Argentina que en Bahía Blanca eran conducidas por el jefe de la CGT y diputado nacional, Rodolfo Ponce, y el interventor de la UNS, Remus Tetu.

Si bien ambos represores fallecieron impunes, a principios de abril los fiscales José Nebbia y Miguel Ángel Palazzani requirieron el inicio de la acción penal contra varios integrantes de sus bandas. Luego de reiteradas quejas del Ministerio Público, el juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez ordenó detenciones. Hasta el momento fueron capturados Héctor Oscar Ángel Chisu en Trelew y Raúl Roberto Aceituno en Ing. White.

Tras participar en representación de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre de la reunión de la Mesa de Diálogo convocada por la Procuraduría de Crímenes de Lesa Humanidad, Alberto Rodríguez dijo esta semana en FM De la Calle que respecto a la causa Triple A “el punto es si se quiere avanzar, Oyarbide lo utilizó como un método de apriete para tener una carpeta más con la cual sostenerse, avanzó en una detención y después no hizo nunca más nada. Pretenden que cada uno de los hechos cometidos, de los 24 en Bahía Blanca muertos por la Triple A, se haga un juicio único que es lo que pretendemos nosotros, no que tengamos que ir por cada asesinato y encontrar a los testigos del momento en que apretaba el gatillo y mataba a cada uno de los compañeros”.

“Lo que pedimos es: hay un listado, hay testigos de quienes operaron como la Triple A en Bahía Blanca, quiénes fueron los que participaron en hechos violentos y esa gente tiene que ir a juicio pese a que algunos ya empiezan a morir como el ‘Oso’ Chisu o Rodolfo Ponce. Pero que otros siguen caminando por las calles de Bahía o dictando clases en la Universidad”.

El testigo amenazado también denunció los supuestos vínculos del camarista federal Néstor Luis Montezanti con la Triple A. Fue en una sesión del Consejo Superior Universitario de la UNS donde se discutían asuntos vinculados a la actividad académica del abogado y ex Personal Civil de Inteligencia de la dictadura.

Aquel episodio le valió a Rodríguez ser querellado por Montezanti en 2008. Si bien el fallo fue parcialmente adverso para el militante popular, permitió que el juez correccional José Luis Ares probara que el actual camarista había estado presente, junto a un grupo de hombres armados, durante la toma de la UTN en 1974. Además, acreditó “suficientemente la pertenencia de Jorge Argibay y su grupo de matones a la tristemente célebre Triple A”.



El Juicio desde la Calle 20

$
0
0

jdcSéptima emisión del 2015 de El Juicio desde la Calle, un panorama informativo sobre las inspecciones oculares realizadas a la Base Aeronaval Comandante Espora y la ex sede de Prefectura de Ing. White en el marco del juicio Armada Argentina – BNPB. Con novedades sobre la continuidad de las medidas de un sector del poder judicial para frenar los procesos que investigan la participación civil en el terrorismo de Estado.

El Juicio desde la Calle se emite los viernes a las 20 por FM De la Calle 87.9Mhz. Reemite: Radio Universidad AM 1240 (UNS). El programa puede descargarse y reproducirse libremente por cualquier medio.

Escuchar: Ir a descargar


“Vos cagaste a mi familia, ahora va a correr sangre en la tuya”

$
0
0

Alberto-Rodriguez-789x400(Nota con audio) Alberto Rodríguez, testigo directo de crímenes cometidos por la banda de la Triple A bahiense y querellante en la causa judicial, fue amenazado por un joven en el Centro Cultural “La Panadería”, pasadas las 20 del sábado.

Según dijo el actor a FM De la Calle, luego de terminar un ensayo “estábamos fumando un cigarrillo en el patio. Estaba el portón abierto como siempre. Entró un muchacho joven, muy bien vestido. Cuando le preguntaron qué quería, me señaló. Dijo: ‘vos cagaste a mi familia’. Me insultó y dijo que eso lo iba a pagar yo también, que me iban a hacer cagar, que en mi familia iba a correr sangre”.

Rodríguez explicó que “trataba de pedirle que me explique a quién jodí. No me quiso dar explicación ni por qué me amenazaba. Pegó media vuelta y se fue. Cuando se va, desde la ventana del bar (del centro cultural) veo que estacionó el auto en la vereda. Pude ver el auto, a la persona que iba con él que se quedó dentro del auto”.

“Cuando me preguntaron qué me había pasado, porque veían que no estaba bien,  digo ‘me amenazaron de muerte’. Alguien me sugiere: ‘¿y tu situación con el tema Triple A?’.  Ahí me cayó la ficha”.

Minutos después de ser amenazado, Rodríguez denunció los hechos ante el fiscal general Alejandro Cantaro, acompañado por el abogado del programa de protección de testigos Daniel Fortunato. Sobre las ocho de la mañana de este lunes declaró ante José Nebbia, fiscal de la Unidad de Derechos Humanos de Bahía Blanca. “Ahora es la justicia la que tiene que llevar adelante la investigación”, sostuvo el artista.

Alberto fue testigo del asesinato del estudiante David “Watu” Cilleruelo ocurrido el 3 de abril de 1975 en los pasillos del ala de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur. Brindó su testimonio e impulsó la investigación contra integrantes de las patotas de la Alianza Anticomunista Argentina que en Bahía Blanca eran conducidas por el jefe de la CGT y diputado nacional, Rodolfo Ponce, y el interventor de la UNS, Remus Tetu.

Si bien ambos represores fallecieron impunes, a principios de abril los fiscales Nebbia y Miguel Ángel Palazzani requirieron el inicio de la acción penal contra varios integrantes de sus bandas. Luego de reiteradas quejas del Ministerio Público, el juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez ordenó detenciones. Hasta el momento fueron capturados Héctor Oscar Chisu en Trelew y Raúl Roberto Aceituno en Ing. White.

Tras participar en representación de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre de la reunión de la Mesa de Diálogo convocada por la Procuraduría de Crímenes de Lesa Humanidad, Alberto Rodríguez dijo esta semana en FM De la Calle que respecto a la causa Triple A “el punto es si se quiere avanzar, Oyarbide lo utilizó como un método de apriete para tener una carpeta más con la cual sostenerse, avanzó en una detención y después no hizo nunca más nada. Pretenden que cada uno de los hechos cometidos, de los 24 en Bahía Blanca muertos por la Triple A, se haga un juicio único que es lo que pretendemos nosotros, no que tengamos que ir por cada asesinato y encontrar a los testigos del momento en que apretaba el gatillo y mataba a cada uno de los compañeros”.

“Lo que pedimos es: hay un listado, hay testigos de quienes operaron como la Triple A en Bahía Blanca, quiénes fueron los que participaron en hechos violentos y esa gente tiene que ir a juicio pese a que algunos ya empiezan a morir como el ‘Oso’ Chisu o Rodolfo Ponce. Pero que otros siguen caminando por las calles de Bahía o dictando clases en la Universidad”.

El testigo amenazado también denunció los supuestos vínculos del camarista federal Néstor Luis Montezanti con la Triple A. Fue en una sesión del Consejo Superior Universitario de la UNS donde se discutían asuntos vinculados a la actividad académica del abogado y ex Personal Civil de Inteligencia de la dictadura.

Aquel episodio le valió a Rodríguez ser querellado por Montezanti en 2008. Si bien el fallo fue parcialmente adverso para el militante popular, permitió que el juez correccional José Luis Ares probara que el actual camarista había estado presente, junto a un grupo de hombres armados, durante la toma de la UTN en 1974. Además, acreditó “suficientemente la pertenencia de Jorge Argibay y su grupo de matones a la tristemente célebre Triple A”.

Escuchá la nota con Alberto Rodríguez Ir a descargar


Si tocan a unx, respondemos todxs!

$
0
0

2

Ante las recientes amenazas recibidas por el compañero Alberto “Carucha” Rodríguez por denunciar los crímenes de la Triple A; la inminente discusión en el Consejo de la Magistratura del apartamiento provisorio del subrogante del Juzgado Federal Nº1, Santiago Ulpiano Martínez; y la necesidad de avanzar con los juicios académico y político contra el ex PCI Néstor Luis Montezanti.

La Comisión de Apoyo a los Juicios convoca a una reunión para construir un acto de solidaridad con Alberto y en repudio a la corporación judicial encontrándonos este sábado 13 a las 11 en el teatro El Tablado (Chiclana 453).

JUICIO Y CASTIGO A LOS CIVILES
BASTA DE CORPORACIÓN JUDICIAL
30 MIL COMPAÑERXS DETENIDXS DESAPARECIDXS PRESENTES !!!
SI TOCAN A UNX, RESPONDEMOS TODXS !!!


De tal palo tal astilla

$
0
0

aceituno efemedelacalle chicaEl hijo del represor de la Triple A Raúl Roberto Aceituno sería quien amenazó de muerte al militante Alberto Rodríguez, testigo del accionar de la banda parapolicial en Bahía Blanca. El juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez rechazó detenerlo aunque lo indagará en los próximos días.

Las medidas fueron solicitadas por la Unidad Fiscal de Lesa Humanidad tras tomarle declaración al actor y otrxs testigos de la intimidación. Aceituno y Héctor Oscar Chisu son los dos primeros detenidos en la causa iniciada en abril.

“Vos destruiste mi familia, los hiciste mierda, ahora la vas a pagar. Ya vas a ver, a vos te voy a hacer cagar, ya te vas a enterar. Si vos cagaste a mi familia, tu familia también la va a pagar con sangre. Vos sos empleado bancario, sé dónde trabajas, ya la vas a pagar”, le dijo quien sería Bruno Aceituno a Rodríguez el sábado en el Centro Cultural La Panadería. Un rato antes había compartido en su cuenta de Facebook una frase del papa Bergoglio: “Cuando te sientas triste porque no sucedió lo que tu corazón quería, mantente firme y feliz porque dios está pensando algo mejor para ti”.

mgd 635 aceitunoSin conocerlo y aun sin tener en claro el motivo de la amenaza, Alberto vio al hombre desde la ventana del bar subiendo a un Peugeot Sport blanco de dos puertas, con techo vinílico negro, con un acompañante dentro. “Le tomé la patente, creo que es MGO 635. Estoy seguro que la M y el 5 estaban, el resto lo memoricé como pude”. Fue casi a la perfección, en las redes sociales pueden verse las imágenes del 18 de marzo de 2013 donde el represor regala el primer auto a su hijo: un flamante vehículo patente MGD 635.

En su exposición ante el fiscal Alejandro Cantaro, Rodríguez describió físicamente a quien sería el basquetbolista del Club Argentino como “una persona joven, mayor de treinta años, alto y espigado, pelo corto, color castaño o morocho, ropa sport, de buena calidad, cuya chomba tenía un número siete”.

Tras la detención de Raúl Aceituno, su hijo publicó: “Si tenés un papá que luchó y que nunca bajó los brazos, que siempre ha hecho todo por vos, para vos y tu familia, a pesar de las dificultades de la vida; si tenés o tuviste un papá como el mío, si podes salir a la calle con la frente bien en alto y decir ‘este es mi papá, mi viejo del alma’. Pegalo en tu muro”.

Los fiscales Miguel Palazzani y José Nebbia aseguraron en la imputación por una veintena de homicidios en la causa Triple A, que desde 1974 se identifican las primeras intervenciones del grupo criminal “en un claro proceso de penetración y purgamiento ideológico de los diferentes espacios de militancia gremial y estudiantil, aspecto que se intensificó al año siguiente”. La modalidad consistió en “colocar agentes operativos y de inteligencia, en los servicios de ‘custodia’ de las diferentes entidades gremiales o educativas invadidas”.

Fue el caso de Aceituno en la Universidad del Sur como integrante de un grupo de agentes contratados para “prestar servicios de seguridad y vigilancia” que dejó un tendal de estudiantes asesinados. “La penetración de la organización criminal en aquella institución educativa se instrumentó con la designación de Remus Tetu como rector interventor, por parte del ministro de cultura y Educación Oscar Ivanissevich”, precisó la Fiscalía.

Situaciones procesales

Foto: LNP.

“El lunes presentamos el requerimiento de detención e indagatoria, tuvimos que insistir el martes y luego el juzgado ordenó la indagatoria de quien está individualizado de haber hecho las amenazas. Eso se produciría la semana que viene, no nos hicieron lugar al pedido de detención pero insistiremos sobre ese punto”, aseguró esta mañana el fiscal José Nebbia en diálogo con FM De la Calle.

Si bien prefirió reservar el nombre del imputado, aseguró que se trata del hijo de uno de los dos detenidos en la causa Triple A. Sostuvo que “esto tiene derivaciones hacia otros sobrevivientes y testigos del resto de las causas” y explicó que el delito de amenazas “tiene una pena por los agravantes que puede ir entre los dos y los seis años que en definitiva son delitos excarcelables. Esa es la argumentación para no dictar la prisión preventiva y sí citarlo a indagatoria”. Luego de dicho trámite el juez tendrá diez días para definir su situación procesal.

Sobre la causa que instruye los crímenes de lesa humanidad cometidos por integrantes de las bandas de la Alianza Anticomunista Argentina, Nebbia informó que Raúl Aceituno ya fue indagado y Héctor Oscar Chisu planteó problemas de salud y espera saber si será trasladado con detención domiciliaria en Trelew.

¿Qué pasa en el juzgado?

La continuidad del subrogante Santiago Martínez en el Juzgado Federal Nº1, que tramita la investigación de la Triple A y las amenazas a Rodríguez, se definirá el próximo jueves 18 cuando el plenario del Consejo de la Magistratura analice el dictamen de la Comisión de Selección de apartarlo temporalmente y reemplazarlo por el juez de Dolores alejo Ramos Padilla.

Mientras tanto, esta mañana el Consejo citó al recusado para que el 14 de agosto se defienda de graves acusaciones en el marco del expediente 252/14 caratulado “Nebbia José A. y Palazzani M. (Fisc. Gral. Ad Hoc de Bahía Blanca) s/actuación del Dr. Martínez, Santiago U.”. Los representantes del Ministerio Público lo denunciaron por mal desempeño, “según el artículo 53 de la Constitución Nacional y los incisos 1 (desconocimiento inexcusable del derecho), 2 (incumplimiento reiterado de la Constitución Nacional, normas legales o reglamentarias) y 4 (la realización de actos de manifiesta arbitrariedad en el ejercicio de sus funciones) del artículo 25 de la Ley del Consejo de Magistratura”.

En el mismo expediente, se postergó la citación de los magistrados Pablo Candisano Mera y Ricardo Planes de la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca.


Manifestación frente al Consejo de la Magistratura

$
0
0
fernandez ulpiano

Pilares de la impunidad. Mario Fernández Moreno y Santiago Martínez.

Organismos de derechos humanos nacionales convocan a una concentración frente al Consejo de la Magistratura el próximo jueves “frente a las maniobras de la corporación judicial” y ante el tratamiento de las denuncias contra Santiago Ulpiano Martínez, subrogante del Juzgado Federal Nº1, y su secretario de derechos humanos Mario Fernández Moreno. La cita será a las 9 en Libertad 731 de la Capital Federal.

“Venimos denunciando ante el Consejo de la Magistratura la preocupante situación que atraviesan en Bahía Blanca los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar, en particular las causas en los que se investiga la responsabilidad del poder mediático, eclesiástico y judicial”, dice el comunicado firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, CELS, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, RED Nacional de H.I.J.O.S. y Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora.

Agregaron que “es imprescindible romper definitivamente el pacto de impunidad construido entre el poder judicial y la dictadura cívico-militar. Porque entendemos que esta situación compromete seriamente el curso de las investigaciones por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar y la administración de justicia en general. (…) Es nuestro compromiso impedir un retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que hacen de nuestro país un ejemplo a nivel mundial”.

El texto completo.

COMUNICADO DE PRENSA DE ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS:

Frente a las reiteradas maniobras de la Corporación Judicial en Bahía Blanca, convocamos al Consejo de la Magistratura. Los organismos de Derechos Humanos venimos denunciando ante el Consejo de la Magistratura la preocupante situación que atraviesan en Bahía Blanca los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar, en particular las causas en los que se investiga la responsabilidad del poder mediático, eclesiástico y judicial.

Son paradigmáticas las causas “MASSOT”, “VARA” y “SIERRA Y GIROTTI”, en las que se han perpetrado constantes maniobras de obstaculización y parálisis por parte del juez subrogante Dr. Santiago Ulpiano Martínez y su secretario Dr. Mario A. Fernández Moreno del Juzgado Federal N° 1.

El caso más escandaloso, y varias veces denunciado ante el Consejo, fue la designación que hizo la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca del Dr. Claudio Pontet como juez federal ad hoc de estas 3 causas, violando así la ley de subrogancias, que dispone que es el Consejo el que tiene la facultad de designar jueces subrogantes.

La Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura dispuso la citación por mal desempeño del Dr. Santiago Ulpiano Martínez para el 14 de agosto próximo, y la Comisión de Selección de Magistrados del mismo órgano, emitió un dictamen recomendando al Plenario de ese cuerpo la no ratificación de las designaciones de los Dres. Martínez y Pontet como subrogantes del Juzgado Federal N°1.

Este dictamen será tratado en la sesión plenaria del jueves 18 de junio próximo. Los organismos de Derechos Humanos vivimos con preocupación este momento y entendemos que es imprescindible romper definitivamente el pacto de impunidad construido entre el poder judicial y la dictadura cívico-militar.

Porque entendemos que esta situación compromete seriamente el curso de las investigaciones por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar y la administración de justicia en general, es que los Organismos de Derechos Humanos abajo firmantes convocamos a que nos acompañen el día jueves 18 de junio a las 9 hs. en las puertas del Consejo de la Magistratura, Libertad 731 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Es nuestro compromiso impedir un retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que hacen de nuestro país un ejemplo a nivel mundial.

30.000 Compañeros Detenidos-Desaparecidos!

Presente! Ahora y Siempre!

Abuelas de Plaza de Mayo CELS – Centro de Estudios Legales y Sociales Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas RED Nacional de H.I.J.O.S. Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora.


Solidaridad con Alberto Rodríguez

$
0
0

10906376_861922210510239_3707934618610116238_nLas y los abajo firmantes, nos solidarizamos con el compañero Alberto “Carucha” Rodríguez, testigo directo de crímenes cometidos por la banda de la Triple A bahiense y querellante en la causa judicial, quién fue amenazado por Bruno Aceituno el pasado sábado 6 de junio en instalaciones del Centro Cultural “La Panadería”, empleando frases como “vos cagaste a mi familia ahora va a correr sangre en la tuya”. El mencionado sujeto es el hijo de Raúl Roberto Aceituno, integrante de la banda paramilitar, quién fuera capturado hace poco tiempo.

Alberto Rodríguez fue testigo del asesinato del estudiante David “Watu” Cilleruelo, ocurrido el 3 de abril de 1975 en los pasillos del ala de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur. Brindó su testimonio e impulsó la investigación contra integrantes de las patotas de la Alianza Anticomunista Argentina que en Bahía Blanca eran conducidas por el jefe de la CGT y diputado nacional, Rodolfo Ponce, y el interventor de la UNS, Remus Tetu.

SI TOCAN A UNX – RESPONDEMOS TODXS!
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA!
30.000 COMPAÑERXS DETENIDXS DESAPARECIDXS PRESENTES!

Comisión de Apoyo a los Juicios / Coordinadora por el Juicio Académico a Montezanti / CTA Bahía Blanca – Coronel Dorrego / Favic (Familiares y Amigos de Victimas Terrorismo de Estado de BB) / ADUNS / Agrupación 27 de Octubre / Encuentro Amplio / Partido Comunista de Bahía Blanca – La Fede de Watu / Acciones Feministas / FM De la Calle / SUTEBA / Grupo 83 (Solidaridad + Igualdad) / UMsur (Unión de músicos del sur) / Asociación Argentina de Actores de Bahía Blanca / Colectivo Pueblo en Lucha / Centro de Estudiantes de Humanidades / Agrupación Cardumen / Movimiento Popular Patria Grande / Asociación de Profesionales de la Salud de Bahía Blanca / Comisión gremial interna de trabajadores del Banco Credicoop / Lista Azul No Docente UNS / Emancipación sur / Contrahegemonía UNS / Socorristas en red / Federico Manfredini.

Se siguen recibiendo adhesiones en comisiondeapoyo@gmail.com: PTS / PAN Y ROSAS / TESIS XI / Campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito Bahia Blanca / Liga Argentina por los Derechos del Hombre, La Cámpora, Partido Solidario / Raul López – Consejero Escolar / Diversidad y Liberación / María Victoria Moyano Artigas, miembro del CeproDH, nieta recuperada…


Contra la impunidad y la corporación judicial

$
0
0

tres chicaOrganizaciones de derechos humanos, políticas, sindicales, sociales y estudiantiles convocamos a un acto para el miércoles 17 de junio a las 18 frente a la Cámara Federal de Bahía Blanca ubicada en Mitre 60.

Será para manifestarnos ante el inminente tratamiento en el Consejo de la Magistratura de las denuncias contra Santiago Ulpiano Martínez, subrogante del Juzgado Federal Nº1, y el secretario de derechos humanos Mario Fernández Moreno, por obstaculizar las causas contra civiles partícipes del terrorismo de Estado como los integrantes de la banda de la Triple A, el director de La Nueva Provincia, Vicente Massot, los secretarios judiciales Hugo Sierra y Gloria Girotti y el fallecido capellán Aldo Vara.

Al día siguiente de la convocatoria el Consejo de la Magistratura votará el dictamen de la Comisión de Selección que propuso apartar temporalmente a los funcionarios y poner al frente del juzgado al magistrado de Dolores Alejo Ramos Padilla.

Santiago Martínez es uno de los máximos exponentes de la corporación judicial local que pretenden garantizar la impunidad de los genocidas. Para ello cuenta con el aval del camarista federal y ex Personal Civil de Inteligencia del Batallón 601 del Ejército Néstor Luis Montezanti.

Contra este juez y docente de la UNS pesan también varias denuncias y pedidos de juicio político en la Magistratura y al respecto exigimos a lxs consejerxs el urgente tratamiento.

El acto será una nueva ocasión para acompañar solidariamente a Alberto “Carucha” Rodríguez y su familia tras la cobarde amenaza recibida por parte de Bruno Aceituno, hijo del detenido Raúl Roberto Aceituno, miembro de la patota de Ponce y Tetu, identificado entre los asesinos de David “Watu” Cilleruelo y tantxs otrxs compañerxs.

Por todo lo dicho, convocamos a participar colectiva o individualmente y ratificar el reclamo por el juicio y castigo a los responsables CIVILES y  militares.

BASTA DE CORPORACIÓN JUDICIAL

SI TOCAN A UNX, RESPONDEMOS TODXS !!!

30 MIL COMPAÑERXS DETENIDXS DESAPARECIDXS PRESENTES !!!

Convocan:

Comisión de Apoyo a los Juicios / Coordinadora por el Juicio Académico a Montezanti / CTA Bahía Blanca – Coronel Dorrego /  ADUNS / Encuentro Amplio / Partido Comunista de Bahía Blanca – La Fede de Watu / / Movimiento Popular Patria Grande / FM De la Calle / SUTEBA / UMsur (Unión de músicos del sur) / Colectivo Pueblo en Lucha / Agrupación Cardumen / Asociación de Profesionales de la Salud de Bahía Blanca / Comisión gremial interna de trabajadores del Banco Credicoop / Emancipación sur / Contrahegemonía UNS /O.N.G Valor Ciudadano / Partido Solidario/ Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) / MST Nueva Izquierda/ Partido Obrero/ CEIA – Centro de Estudiantes del Instituto Avanza.

Para enviar adhesiones o sumarse a la convocatoria:

comisiondeapoyobahia@gmail.com



“Van a tener que votar a favor o en contra de los cómplices de la dictadura”

$
0
0
Haga click para ver el pase de diapositivas.

A horas de que el Consejo de la Magistratura trate la separación provisoria de los jueces subrogantes Santiago Ulpiano Martínez y Claudio Pontet y su reemplazo por Alejo Ramos Padilla, integrantes de organizaciones de derechos humanos, políticas, sindicales, sociales y estudiantiles se manifestaron frente a la Cámara Federal de Bahía Blanca.

Alberto Rodríguez agradeció “de corazón” todas las manifestaciones de solidad recibidas luego de ser amenazado por el hijo de uno de los detenidos en el marco de la causa Triple A y aseguró que “no olvidar, movilizar y concientizar, es lo único que nos puede llevar al triunfo en las luchas que vienen de aquellos años y que seguimos hoy los jóvenes y los no tan jóvenes para cambiar este país y darlo vuelta de una vez por todas”.

Por su parte, Dante Patrignani destacó la amplitud de la convocatoria, “como no podía ser de otra manera ante la amenaza contra un compañero que es denunciante de los crímenes de las Tres A” y advirtió que tras el probable apartamiento de Martínez y Pontet “esto no termina porque la corporación es muy fuerte y tiene dentro de este recinto un responsable, tiene nombre y apellido, que es Néstor Luis Montezanti”.

Este jueves, el también cuestionado secretario de derechos humanos del Juzgado Federal Nº1, Mario Fernández Moreno, declarará ante una comisión del Consejo de la Magistratura a las 9:30 y a las 11 el plenario tomará una decisión clave respecto al futuro de las investigaciones contra los civiles partícipes del terrorismo de Estado. Afuera, en Libertad 731 de la Capital, se manifestarán organismos de derechos humanos.

“Ahí van a tener que levantar las manos, van a tener que votar a favor o en contra de aquellos que han sido cómplices de la dictadura. Esperamos ver las manos levantadas, no nos vamos a olvidar del que va a levantar la mano a favor de Montezanti ni vamos a olvidar tampoco a aquel que sepa reconocer que no puede seguir en su puesto”, dijo Rodríguez.

“Vencer la corporación es también democratizar a la universidad”

Dante Patrignani, promotor de un juicio académico en la UNS y uno político en la Magistratura contra Montezanti, afirmó que el juez fue Personal Civil de Inteligencia y tomó sus propias palabras para definirlo. En el descargo realizado ante sus pares del Departamento de Derecho, el abogado “no niega haber pertenecido al servicio de inteligencia y lo reivindica, lo digo textualmente, como una actividad lícita garantizada por la Constitución Nacional, es decir, como un trabajo más de cualquier ciudadano”.

“Y un poco tal vez traicionándolo su subconsciente, se justifica diciendo que él no puede ser un buchón por su estirpe calabresa y reivindica sin saberlo el código de silencio de los mafiosos calabreses, la omertá. Así lo dice: yo llevo en mi ADN el código genético de la omertá”, comentó y explicó que “la omertá es el código de silencio de los mafiosos. Con ese mismo secreto, con esa misma idea, pretende proteger como secreto de Estado todo lo que hizo la inteligencia militar en la la dictadura y en razón de eso, tanto mi abogada Fernández Avello, como yo, estamos demandados por revelar secretos políticos y militares. Esto es así porque hemos ventilado datos de su legajo personal de la inteligencia militar que son muy relevantes en cuanto a su vinculación con lo que ha pasado en Bahía Blanca en el año 74 y 75. Para él, haber ventilado esos datos es un delito casi de traición a la patria”.

El docente recordó que la primera hoja de dicho legajo informa que quien garantizó los antecedentes familiares, personales e ideológicos para que el camarista ingrese a los servicios fue “nada más y nada menos que el genocida prófugo de la justicia argentina José Osvaldo ‘Balita’ Riveiro, un hombre que está condenado en Francia por el Plan Cóndor, un hombre que trabajó bajo la dirección de la CIA en Honduras contra la Revolución Sandinista”.

Patrignani destacó que Riveiro dice que conoce al magistrado “desde el año 1975, cosa que Montezanti niega. En 1975 operaban las Tres A en Bahía Blanca. Esa relación que ventilamos a partir de ese legajo, mal que le pese a Montenzanti, creo que muestra quién es el monje negro de esta Cámara Federal y que en este momento la preside”.

“Esta pelea para sacar de la universidad y de la justicia a través de la denuncia ante el Consejo de la Magistratura no es la única, se han acumulado denuncias durante este tiempo fundamentalmente por parte de los fiscales por mal desempeño al intervenir en el caso de la destitución de Álvaro Coleffi, por ejemplo. Tenemos alguna expectativa con que esto pueda avanzar y podamos sacarlo, no solo de la universidad donde las cosas van lentas porque presenta resistencia obviamente, sino también de la justicia”, agregó el profesor.

Manifestó que “esta corporación judicial que estamos denunciando acá, está lamentablemente metida en el Departamento de Derecho de la universidad. Tanto Montezanti como el abogado que lo representa en las querellas que hace, entre otras a mi abogada y a mí, otro personaje (como) la jueza que me condena a pagar una indemnización de 70 mil pesos, los camaristas que ratifican la condena, son todos docentes del Departamento de Derecho”.

“Vencer a la corporación es también democratizar a la universidad. Me parece que este es el camino, movilizarnos en unidad, con consignas claras, sin sectarismos, para lograr los objetivos”, finalizó.

Concientizar y movilizar

Para Alberto Rodríguez la situación actual “marca en qué punto no podemos estar divididos, creo que el código de silencio del que hablaba Dante está no solo en la justicia, está también en el Colegio de Abogados que salió a defender a quienes se le está pidiendo juicio político. Ese Colegio de Abogados que no tuvo reparos ni vergüenza en instalarse dentro de lo que fue el diario fascista La Nueva Provincia”.

“A esto tenemos que agregar una universidad que cede sus instalaciones para los juicios de lesa humanidad y es la misma que mantiene dentro de ella a los integrantes de la dictadura, a aquellos que transitaron los pasillos con la Triple A, a aquellos que nos siguen amenazando. Están en el Departamento de Derecho, están también publicando libros dentro de la editorial de la universidad, hablando de que lo único que hubo aquí fue un enfrentamiento entre sectores, no habla de genocidio, y eso no puede ser publicado por una universidad en la cual se está llevando adelante los juicios de lesa humanidad”, aseveró el actor.

Carucha sostuvo que “hoy más que nunca tenemos un camino solo para seguir: crear conciencia en nuestros allegados, en la gente, en el pueblo, de que no estamos luchando simplemente por una causa, estamos luchando por la causa de todos, porque también están los trabajadores (que) cuando sean despedidos van a tener a estos jueces, aquellos que sean perseguidos por razones políticas van a tener a estos jueces”.

“Lo que pretendemos es de una vez por todas pegarles en el lugar que corresponde, que es que la justicia sea del pueblo y para el pueblo y no para los sectores del poder, para los sectores que se han apropiado de este país y no quieren dejarlo. Están resistiendo de todas formas, con amenazas es una de las maneras para amedrentar a uno de los testigos, pero se olvidan que son más testigos. Porque no fue solo lo de Watu, también están los testigos de cuando se llevaron al Negrito García, que no era comunista, que era del PRT. También se llevaron al Pelado Davit, que no era de ninguno de esos dos sectores sino de la Juventud Peronista. Por lo tanto que cuando ellos vienen, vienen por todos, no se fijan en qué lado estamos de la misma vereda, ellos están enfrente y nosotros tenemos que pegar juntos para poder derrotarlos, tenemos que estar juntos para poder llegar hasta el final, hasta el hueso donde están resistiendo en esta Cámara Federal”, dijo.

Rodríguez agregó que “no nos cabe duda, Montezanti fue integrante de la Triple A. Él junto con los matones de la Triple A tomó la UTN y echó al centro de estudiantes en el año 74. Él junto con todos esos matones eran los que acá a una cuadra (NdR: en la sede de la CGT) se juntaban para salir con la lista a levantar compañeros y compañeras y aparecer colgado en el puente o tirado en el Pibe de Oro”.

“No nos podemos olvidar porque la historia si no se vuelve a repetir. Tenemos que esclarecer, tenemos que concientizar y tenemos que movilizar. El que se queda en la casa da permiso para que esta piltrafa, esta gente que sigue estando dentro de la Cámara Federal, en los juzgados, sigan dictando en contra del pueblo y sigan apretándonos como nos están apretando”.

Por último, señaló que hay que mirar al Consejo de la Magistratura: “Ahí van a tener que levantar las manos, van a tener que votar a favor o en contra de aquellos que han sido cómplices de la dictadura. Esperamos ver las manos levantadas, no nos vamos a olvidar del que va a levantar la mano a favor de Montezanti ni vamos a olvidar tampoco a aquel que sepa reconocer que no puede seguir en su puesto”.

“Por el día de mañana, para que se cumpla con jueces que sean los que corresponden a lo que estamos pidiendo, que es que despromuevan a los dos jueces que ha puesto Montezanti en Bahía Blanca. Estamos pidiendo también que el legajo de él aparezca, sea tratado y no llegue a vencer este año porque en ese caso caería la causa y él seguiría en su lugar”, concluyó.


Dos pájaros de un tiro

$
0
0

ulpiano martinez

El Consejo de la Magistratura aprobó por 7 votos contra 6 la separación provisoria de los jueces subrogantes Santiago Ulpiano Martínez y Claudio Pontet y su reemplazo por Alejo Ramos Padilla, titular del Juzgado Federal de Dolores.

Luego de escuchar al fiscal Miguel Palazzani, quien explicó los argumentos de la denuncia de la Unidad de Lesa Humanidad de Bahía Blanca contra los funcionarios, tomaron la palabra integrantes de organismos de derechos humanos locales y nacionales como APDH, H.I.J.O.S., Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y el ex fiscal Hugo Cañón.

Lxs familiares hicieron hincapié en que más allá de las discusiones reglamentarias planteadas por lxs seis consejerxs opositores, la permanencia de Martínez y Pontet significaría la continuidad de la impunidad y el cierre de las causas contra los civiles partícipes del terrorismo de Estado. A lxs seis representantes del kirchnerismo en el Consejo se acopló la presidenta del organismo, Gabriela Vázquez, para lograr el desempate.

Más temprano, la comisión de Disciplina y Acusación escuchó la declaración testimonial del secretario de derechos humanos del Juzgado Federal Nº1 de Bahía Blanca, también denunciado por la Fiscalía y los organismos locales.

Recordamos que en su sesión anterior, lxs consejerxs citaron al ahora apartado Martínez para que el 14 de agosto se defienda en el marco del expediente 252/14, caratulado “Nebbia José A. y Palazzani M. (Fisc. Gral. Ad Hoc de Bahía Blanca) s/actuación del Dr. Martínez, Santiago U.”. Allí se lo acusa por mal desempeño, según el artículo 53 de la Constitución Nacional y los incisos 1 (desconocimiento inexcusable del derecho), 2 (incumplimiento reiterado de la Constitución Nacional, normas legales o reglamentarias) y 4 (la realización de actos de manifiesta arbitrariedad en el ejercicio de sus funciones) del artículo 25 de la Ley del Consejo de Magistratura.

En la misma causa quedó pendiente la convocatoria de los magistrados Pablo Candisano Mera y Ricardo Planes de la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca.

Ampliaremos.


El Juicio desde la Calle 21

$
0
0

jdcOctava emisión del 2015 de El Juicio desde la Calle, un panorama informativo sobre las audiencias del martes 16 y miércoles 17 de junio del juicio Armada Argentina – BNPB, las amenazas a un testigo de la Triple A y la no renovación de las subrogancias de Santiago Martínez en el Juzgado Federal 1 por parte del Consejo de la Magistratura.

El Juicio desde la Calle se emite los viernes a las 20 por FM De la Calle 87.9Mhz. Reemite: Radio Universidad AM 1240 (UNS). El programa puede descargarse y reproducirse libremente por cualquier medio.

Escuchar: Ir a descargar


El problema de las responsabilidades civiles

$
0
0
IMG_1085

Laura Conte, Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, en el Consejo de la Magistratura.

El jueves pasado el Consejo de la Magistratura con un empate en seis, destrabado por el voto doble de la presidenta Gabriela Vázquez, no renovó a Santiago Martínez y Claudio Pontet sus subrogancias del Juzgado Federal Nº1  y los reemplazó por el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla.

Antes de la votación, el plenario aceptó escuchar al fiscal general Miguel Ángel Palazzani quien expuso los principales obstáculos presentados por los funcionarios en la jurisdicción de Bahía Blanca. Comenzó con la política de atomización de causas y siguió por la defensa de los represores de sotana y saco y corbata.

Luego de la sentencia del primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos desde el V Cuerpo de Ejército con la extracción de testimonios por parte del tribunal oral para iniciar investigaciones sobre la actuación de civiles quedó en evidencia que “ya no era problemático imputar al cabo primero del Batallón de Comunicaciones 181 del Ejército sino que el problema eran las responsabilidades cívico militares”, relató.

Sobre el final de su exposición propuso que por encima de los “dimes y diretes” entre funcionarios judiciales se escuche a las víctimas y familiares que acompañaron cada recusación y pedido de nulidad hecho por la Fiscalía y aportarían testimonios “con mucha más substancia” y “mucha más autoridad moral”. Hablaron representantes de APDH e HIJOS Bahía Blanca, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el ex fiscal Hugo Cañón.

Martínez y lo que lo rodea

IMG_1110Palazzani inició su exposición comentando que cuando en 2013 fueron designados junto a José Nebbia en la Unidad Fiscal bahiense, tenían la orden de “no atomizar las causas”. “Cuando llegamos nos dimos cuenta que el juez subrogante Santiago Martínez tomaba grupos de cuatro o cinco víctimas y enviaba la investigación”.

Los fiscales apelaron y convencieron a la Cámara Federal de que “es un desconcepto abordar el fenómeno criminal en la Argentina atomizando e invisibilizando justamente al grupo identitario que quisieron exterminar”.

Luego de la sentencia del primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos desde el V Cuerpo de Ejército con la extracción de testimonios por parte del tribunal oral para iniciar investigaciones sobre la actuación de civiles quedó en evidencia que “ya no era problemático imputar al cabo primero del Batallón de Comunicaciones 181 del Ejército sino que el problema eran las responsabilidades cívico militares, en este caso eclesiásticas”.

Se trataba de la imputación contra el cura Aldo Omar Vara ubicado por, entre otros testigos, los pibes de la ENET secuestrados en el Batallón de Comunicaciones tras ser torturados en La Escuelita. “Operaba con responsabilidad de inteligencia según probamos con el reglamento de acción psicológica, el capellán estaba en el centro clandestino viendo a las víctimas, no había manera de desconocer eso. Esto, amén de otra prueba que era el rango de capitán, que operaba en su rol y con su sotana a manera de ablandamiento de otras testimoniales en función de ver en semejante cuadro y horror un sacerdote que traía información respecto de chicos de 15 y 16 años”.

A Martínez le bastaron dos líneas para decir que no había elementos para indagarlo. La Cámara revirtió esa posición aunque con una evidente pérdida de tiempo. “En ese momento parece que no violentaba tanto que el dr. (Álvaro) Coleffi interviniera en una causa. Lo encontramos en Paraguay, comienzan los trámites de extradición, en el interín se muere y logran que Vara quede impune. Desde que pedimos la detención, que tendría que haber sido inmediata, un año después Vara impune. Les recuerdo que en Bahía Blanca todavía estamos buscando niños apropiados (…) Vara tenía conocimiento directo de eso”.

En la causa La Nueva Provincia el trámite fue idéntico: inicio de acción penal, imputación, rechazo exprés de Martínez por falta de elementos probatorios y la revocatoria por parte de la Cámara. El ex secretario de redacción Mario Gabrielli murió impune, Vicente Massot fue escuchado una vez e indagado dos y la sede del diario fue allanada. Tras una maniobra del tándem Martínez-Fernández Moreno el segundo juez de la causa, Álvaro Coleffi, fue recusado y Claudio Pontet se encargó de dictar la falta de mérito para el empresario.

“Luego descubrimos que el financiamiento del ex capellán del Ejército que estaba en Paraguay salía de la Curia de Bahía Blanca. Era responsable el obispo actual. Recabamos la prueba, imputamos por encubrimiento, en ese momento Martínez se va de viaje junto a un camarista y alguna persona más y toma el caso Coleffi. Coleffi lo indaga a Garlatti y lo procesa. A partir de ahí veíamos lo que entiendo que ha generado todo esto, que es la decisión de Martínez y lo que lo rodea de obturar el avance de investigaciones de este tipo de responsabilidades”, afirmó el fiscal.

Otro tema “gravísimo” fue el rechazo a investigar la violencia sexual cometida en los centros clandestinos de detención. Palazzani explicó el que dr. Nebbia se encargó personalmente de consultar a las víctimas para saber si querían que se abordara. Se avanzó con una perspectiva particular resolviendo cuestiones “desde ideológicas hasta culturales” y se promovió la causa. Martínez pasó por encima de las denunciantes “diciendo que había cuestiones que no estaban probadas y que la violencia sexual contra las mujeres en los centros clandestinos no eran parte del plan sistemático. Esto le permitía decir incluso que no eran delitos de lesa humanidad. Le proponíamos un abordaje totalmente diferente y lo descartó en media carilla”.

Mal bicho

IMG_0884

Fernández Moreno fue citado como testigo.

Llegado el momento de las preguntas, una consejera consultó acerca de las denuncias penales que hicieron el ex subrogante y el secretario Mario Fernández Moreno contra los fiscales Nebbia y Palazzani. “La del dr. Martínez evítenme de explicárselas porque no se entiende, la verán ustedes”, pidió el flamante titular de la Procuvin y se detuvo en la segunda acusación.

“Fernández Moreno nos denuncia, entre otros delitos, por cohecho y por amenazas, personalmente a mí. La base fáctica del cohecho: habríamosle prometido a Coleffi a cambio de no sé qué resolución en Massot un cargo de fiscal, delito imposible de cometer si los hay porque debería ser la presidenta de la Nación, la Cámara de Senadores y la procuradora general todo en una persona. Me gustaría pero es imposible, apenas podemos llevar adelante estas investigaciones en Bahía Blanca.

“La otra denuncia es por amenazas. Yo digo en una declaración pública, criticando la resolución de Martínez en estas instancias, que me parecía que había que poner la lupa -lo digo como un lugar retórico común- sobre esa secretaría (…) El dr. Fernández Moreno se siente amenazado porque dice que a los insectos se los mata con la lupa y con el reflejo del sol. Les quiero decir señores consejeros que más allá de la autopercepción personal y subjetiva que tenga Fernández Moreno -en eso no me meto- lo que sí puedo decir desde el punto de vista penal, me parece una denuncia al menos para archivar, luego de la sorpresa, inmediatamente”, explicó.

Para el fiscal dichas denuncias son “espacios jurídicos de extorsión” que se mantienen en trámite a pesar de que caerían inmediatamente en cualquier tribunal. “¿Quiénes son los jueces de esas denuncias? El vicepresidente primero del Colegio de Abogados de Bahía Blanca, el vicepresidente segundo del Colegio de Abogados de Bahía Blanca y el vicepresidente tercero del Colegio de Abogados de Bahía Blanca. Seguramente no es el presidente porque ha sido sobreseído por Martínez por un caso de evasión agravada”.

Por último, Palazzani coincidió con otra consejera en la llamativa velocidad con que se exoneró al juez Coleffi y recordó que “el camarista Néstor Luis Montezanti estaba excusado en las causas de lesa humanidad, en el fondo pero también en la superintendencia. El 30 de diciembre el dr. Montezanti resuelve, de buenas a primeras y sin que haya ningún tipo de pedido, reasumir la superintendencia en las causas de lesa humanidad, aunque no hay ningún acto que señale que se haya modificado su excusación que vino por una recusación de Eduardo Hidalgo, presidente de la APDH en Bahía Blanca. De pronto, reasume en la causa de Coleffi y termina firmando su cesantía pocos días después”.

Contra el camarista y ex espía del terrorismo de Estado se tramita un expediente que reúne varias denuncias reclamando su pedido de juicio político aunque la falta de atención del Consejo lo deja al borde del archivo sin tratamiento.

Haga click para ver el pase de diapositivas.

Fotos: Consejo de la Magistratura.


La profecía de Montezanti

$
0
0

montcanale“Quédese tranquilo Galante, su hija no está en peligro. A ella no le va a pasar nada, a lo sumo no va a ser promovida en su carrera profesional”, dijo a fines de la década del ’70 el actual camarista Néstor Luis Montezanti al padre de la bailarina Anahí Galante. “Fue una profecía confirmada”, recordó desde Nueva York la ex militante de la Juventud Universitaria Peronista al ser consultada por FM De la Calle.

Cuando la represión se acentuó sobre lxs estudiantes de la Universidad Nacional del Sur y comenzaron a caer algunos de sus compañeros, decidió refugiarse en Buenos Aires. Volvió a la ciudad en 1977 y se reintegró al Ballet del Sur. Su padre marino, “peronista y libertario” recurrió a Montezanti, “abogado de las fuerzas armadas”, para saber si su hija estaba marcada por los genocidas.

Néstor Montezanti preside la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca y es docente del Departamento de Derecho de la UNS. Fue Personal Civil de Inteligencia del Batallón 601 durante el terrorismo de Estado, tarea que asumió con el padrinazgo del jefe del Destacamento 181, José Osvaldo Riveiro, el ex integrante de la Triple A condenado en Francia y prófugo de la justicia argentina, que afirmó conocerlo nada menos que desde el sangriento 1975. Un año antes, el camarista fue visto en la toma de la UTN bahiense junto a la patota del diputado y secretario de la CGT, Rodolfo “Fito” Ponce.

Estos antecedentes motivaron el pedido de juicio académico en la universidad y el de un jury en el Consejo de la Magistratura. Días atrás el organismo judicial removió a los subrogantes del Juzgado Federal Nº1, Santiago Martínez y Claudio Pontet, por obstaculizar las causas contra civiles imputados por crímenes de lesa humanidad. Si bien el camarista está excusado formalmente en las investigaciones sobre el terrorismo de Estado distintas organizaciones denuncian su influencia.

Esto se evidenció con su intervención directa en la exoneración del juez subrogante Álvaro Coleffi a fines de 2014, acción que motivó una nueva denuncia fiscal ante la Magistratura. El secretario de Justicia, Julián Álvarez, es el responsable del expediente que cuestiona la capacidad ética de Montezanti para ser juez de la democracia habiendo sido PCI que, de no analizarse, prescribirá en los próximos meses. Lxs trabajadores de la justicia de la Nación que lo denunciaron, entre otras cosas por someterlos a condiciones laborales “humillantes y vejatorias”, ya conocen de archivos.

“Mi papá lo identificaba con la marina”

anahi-galanteA principios de la década del ’70, Anahí Galante era bailarina profesional en el Ballet del Sur y estudiaba economía en la UNS. En tiempos de ferviente participación política, se sumó a la militancia en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) al igual que muchxs de sus compañerxs.

Uno de ellxs, Daniel Bombara, fue el primer desaparecido en Bahía Blanca aunque los fusilamientos terroristas de la Triple A se contaban por decenas para esa época. “Me fui a vivir a Buenos Aires y utilizando mi profesión como bailarina entré al curso de perfeccionamiento en el Teatro Colón, el cual también lo tuve que interrumpir a medida que mis compañeros militantes iban siendo secuestrados o desaparecían. Por lo tanto, no era seguro para mí continuar en los lugares donde sabían que yo estaba, era una miembro activa. Me asocié con la Lista Naranja de la Asociación Argentina de Actores y a partir de ahí continué mi militancia”.

En el departamento de Barrio Norte donde vivía se enteró del secuestro y asesinato del “Pelado” Carlos Davit. Aún recuerda con emoción a Zulma Matzkin, una de sus mejores amigas, fusilada en la Masacre de Calle Catriel tras un largo cautiverio en La Escuelita. Se habían criado juntas en el Barrio Pedro Pico. En cuanto pudo volver a la ciudad, “junto coraje” y con la compañía de su padre se acercó a la bóveda de la familia de Alejandro Mónaco, el esposo de Zulma asesinado también por las fuerzas armadas, suponiendo que allí estaban los restos de su compañera.

A fines de 1977 se reinstaló en Bahía Blanca y retomó la danza en el Ballet del Sur. “Recuerdo claramente que mi papá estaba preocupado, que quizás mi nombre figurase en alguna lista negra”, comentó. Suboficial retirado de la Armada, Galante era miembro de la filial local del Círculo de Oficiales de Mar de Saavedra 349 y de “otro club de suboficiales que estaba en la calle Donado”. De este último “retiró su membresía porque lo consideraba muy reaccionario, muy de ultraderecha y mi padre era peronista, era un libertario y creía en la justicia social, entonces tenía esa contradicción entre la profesión de la que provenía y sus ideales políticos y de justicia”.

“Cuando yo me reincorporo al Ballet del Sur recuerdo que mi padre tuvo una conversación con Montezanti, como que él era el abogado de las fuerzas armadas y recuerdo que mi padre me dijo que Montezanti le dijo: ‘Quédese tranquilo Galante, su hija no está en peligro. A ella no le va a pasar nada, a lo sumo no va a ser promovida en su carrera profesional'”, relató Anahí.

Siguió: “Sí recuerdo en algún momento conversaciones, así muy casuales a la hora del almuerzo o de la cena en familia, como ‘lo vi a Montezanti aquí o allá’ o ‘Montezanti estaba en La Cibeles’. Yo ya no me acuerdo el nombre de las confiterías pero había un bar en la galería comercial que está ubicada en San Martín y Alsina, creo que se llamaba Galería La Florida, que eso realmente era el lugar donde germinaban las relaciones con los colaboradores civiles. (…) Mi papá lo identificó a él como abogado de la marina, por lo visto se conocían de los círculos donde mi papá tenía actividad social, tenía la preocupación de asegurarse que yo iba a estar segura”.

¿Lo que decía Montezanti respecto a que su carrera no iba a prosperar efectivamente fue así?, consultó FM De la Calle: “Exactamente fue así, yo realmente era una bailarina de carrera y tenía muchas condiciones”, afirmó. Explicó que durante la gestión de Blanca Lemos, directora del Ballet designada por la dictadura, y por la aplicación de la Ley Artística que Anahí supo impulsar a principios de los setenta, tuvo que demostrar capacidad técnica y artística.

“Fue muy increíble porque en el examen que aconteció, creo que en 1979, para decirle la verdad no recuerdo cuándo fue pero recuerdo claramente que yo fui la persona que sacó el mayor puntaje en habilidad técnica y artística y, sin embargo, quedé en el rango de bailarina de fila y jamás fui promovida. En realidad sufrí muchísimo bullying, así que de alguna manera ese informe fue una profecía confirmada”.

Caminos paralelos

hector oscar chisu bahiagris

Héctor Oscar Chisu, primer detenido en la causa Triple A. Fotos: BahiaGris.

Si bien las profecías suelen partir de dones naturales e inspiraciones divinas, este caso parece ser más terrenal. La circulación de la información del terrorismo de Estado era un mecanismo perfectamente aceitado. El trayecto represivo de algunos integrantes de la patota de la Triple A, comandada en Bahía Blanca por el diputado nacional y jefe de la CGT Rodolfo Ponce y el interventor de la Universidad del Sur, Remus Tetu, ofrece una imagen de algunas de sus fuentes.

Héctor Oscar Chisu, recientemente detenido en Trelew, y su hermano Miguel Ángel, muerto impune, fueron señalados por varios testigos como miembros del grupo paraestatal responsable de decenas de homicidios de militantes políticos, gremiales y universitarios. El segundo, también conocido como “el Gordo” o el Oso” solía conducir el Dodge Polara verde que junto a un Fiat 125 azul eran identificados como “la fiambrera” que patrullaba la ciudad, intimidaba y concretaba secuestros y homicidios.

En 1974, ante el reemplazo del rector Emilio Garófoli en la UTN bahiense, afín a la CGT y la Juventud Sindical Peronista, Fito Ponce ordenó a sus hombres tomar el edificio. Alrededor de 300 estudiantes se enteraron de la noticia mientras discutían en asamblea y decidieron marchar hacia la sede universitaria. Allí se encontraron con un grupo armado de trabajadores de la Junta Nacional de Granos entre los que se destacaba “un hombre de traje y corbata” quien, según comprobó el juez José Luis Ares, era Néstor Luis Montezanti.

Meses después Miguel Ángel y Héctor Oscar Chisu serían contratados por el rumano Remus Tetu como “personal de vigilancia y seguridad” de la UNS. Así continuaron bajo las órdenes del ex suboficial del Ejército Jorge Argibay, quien distribuía la decena de Itakas que el segundo jefe del Destacamento de Inteligencia 181, mayor Luis Alberto González, puso en manos del grupo paraestatal.

Tras el golpe de Estado y el comienzo formal de la dictadura cívico militar, en septiembre de 1976 el mismo González avalaría los “antecedentes morales” de los Chisu, rebautizados como “hermanos Chávez”, para reciclarse como Personal Civil de Inteligencia (PCI) en el marco de la “lucha contra la subversión”.

Cuatro años después, el actual presidente de la Cámara Federal de Bahía Blanca formalizaría su ingreso como PCI “asesor universitario” en el Destacamento 181 comandado por José Osvaldo “Balita” Riveiro. Este ex integrante de la Triple A condenado en Francia y prófugo de la justicia argentina aseguró conocerlo desde 1975, “en profundidad” y “con el tiempo y asiduidad de trato suficientes” para avalar las “condiciones morales, ideológicas y familiares” del entonces joven abogado. Los datos corresponden al “Legajo Personal de Montezanti N. L.”.

El Destacamento de Inteligencia reglamentariamente realizaba tareas de reunión de información, contrainteligencia, sabotaje, subversión, y actividades psicológicas secretas respondiendo órdenes del Departamento II Inteligencia del Comando del V Cuerpo de Ejército.


Viewing all 273 articles
Browse latest View live